En el mismo día en que los internos de la Unidad Penal N°1 anunciaron el cese de una huelga de hambre que se extendió por más de una semana, este domingo, los detenidos en la Unidad Penal N° 6 de San Cayetano, decidieron iniciar una medida idéntica por el hacinamiento en el penal y por medidas preventivas sanitarias y judiciales ante el Covid-19.
Los internos enviaron este domingo una carta dirigida a los jueces miembros del Superior Tribunal de Justicia en la que expresan sus motivos.
“Los abajo firmantes, que nos encontramos detenidos en la unidad 6 de San Cayetano, nos dirigimos a ustedes a los efectos de comunicarle que iniciaremos, a partir del día de la fecha una huelga pacífica atentos a que es de nuestra preocupación el hacinamiento en la unidad mencionada, las pocas medidas sanitarias ante el covid-19 y por a que, por sobre todas las cosas, sabemos que la justicia local está parada hace más de un mes y que nuestras causas judiciales no avanzan o no se resuelven”, dice la carta.
“En esta institución estamos seres humanos condenados, procesados y la gran mayoría sólo con prisión preventiva. Ante esta pandemia y la feria judicial las fechas de debate se suspendieron y todavía no sabemos cuándo podremos probar nuestra inocencia ante un tribunal”, explica.
“Es por todo lo expuesto que exigimos que se hagan presentes las autoridades del juzgado o del Superior Tribunal de Justicia para que nos den una solución en esta crisis “sanitaria y judicial”. Esperamos una pronta y satisfactoria respuesta ante estos reclamos, sensibles y a derecho aquí peticionados”, subraya.
Este domingo por la tarde, los internos de la Unidad Penal N°1, casi la totalidad de ellos, más de seiscientos reclusos, habían decidido levantar una medida idéntica, también con indénticos motivos, luego de una semana, en la cual, en paralelo, vivieron momentos de extrema violencia que, el martes pasado por la tarde, concluyeron con el asesinato de un joven interno en readaptación por cometer un delito menor, José Candia, de 22 años, muerto a balazos por las fuerzas de seguridad dentro de su pabellón.
Fuente: Momarandú