El obispo de Goya, monseñor Adolfo Canecin, presidio la Misa por los 60 años de la creación de la Diócesis y la Misa Crismal, donde los sacerdotes renovaron las promesas que hicieron al ordenarse, se consagró el Santo Crisma y se bendijeron los óleos que se usarán durante el año en los sacramentos.

En las homilías, alentó a los sacerdotes y a la feligresía diocesana a ser “Una Iglesia Bautismal, Pueblo de Dios donde florezcan los ministerios para dar respuestas para dar respuestas a los múltiples desafíos y reclamos de la realidad”.

“Hermanos todos!, estamos como Pueblo de Dios, laicos, consagrados, consagrados y ministros ordenados celebrando la Eucaristía: cumbre y fuente de la vida cristiana, acción de gracias por excelencia” fueron los conceptos iniciales de la homilía pronunciada por el obispo goyano.

El obispo agradeció las salutaciones que recibió con motivo de esta celebración, en particular “quiero expresar mi gratitud a mis hermanos obispos” de las 10 diócesis de la región, por sus saludos “con este grato acontecimiento que estamos celebrando” dijo.

Explico que la celebración se realizo en “medio de varios contextos” y, uno de ellos la Pandemia del Coronavirus que permanece “fuertemente entre todos nosotros” generando desafíos a todas las familia humana, pero “fuimos aprendiendo y por eso estamos dando respuestas inéditas” desde lo personal y comunitario, desde el aspecto “social y eclesial”, pero “aun son insuficientes”.

Aprovecho para plantear que se debe “crecer en la co-responsabilidad, en el cuidado del bien común” para ello reitero su llamado “extremando la conciencia y respetando a rajatablas” las indicaciones impartidas por las autoridades sanitarias, porque “un buen cristiano es un buen ciudadano”, subrayo monseñor Canecin.

“Tenemos un ´plus´como personas de fe, para cumplir mas allá de lo que está establecido y fijado por las autoridades sanitarias y civiles” recomendó.

Otro contexto al que se refirió fue el Año Jubilar dedicado a San José, esposo de la Virgen María, y remarco que ese línea se dio inicio al Año de la Familia, y finalmente, recordó que el Papa Francisco “instituyo este año la Jornada Mundial de los Abuelos y de los Adultos Mayores” para celebrar el cuarto domingo del mes de julio.

Destaco la celebración del año jubilar diocesano que tiene como lema “Vayan Juntos y Testimonien mi vida” con motivo de cumplirse los 60 años de la creación de la Diócesis de Goya, fecha que se cumplió este 10 de abril.

Refiriéndose al evangelio proclamado reseño que “Jesús Resucitado, no subió rápidamente al cielo” sino que en “su pedagogía de Buen Pastor, se apareció reiterada veces, para disipar miedos, temores, dudas y confirmarnos en la fe”.

“Jesús quiso prepararnos para la misión, es decir, ser testigos de la Resurrección”… fue necesaria vivencial y existencial, personal y comunitaria, del encuentro con el resucitado bajo la acción del Espíritu Santo en la Pascua y, esta experiencia, cambio todo en la vida y en la comunidad apostólica”…

“Hermanos todos de la Diócesis de Goya, también nosotros como Pedro y Juan, nos reconocemos débiles, frágiles, limitados y pecadores, para llevar adelante hoy esta magna tarea de la Evangelización” por eso, invito a reconocer el “testimonio de quienes nos precedieron” haciendo una “memoria agradecida y una fuerte experiencia de encuentro personal y comunitaria con el resucitado que nos dará la capacidad, creatividad, parresia, coraje y la audacia necesaria para la misión”.

Alentó a preguntarse: “¿Nosotros hoy, que signos podemos realizar?. Necesitamos signos, contundentes, indiscutibles, que habrán brechas en el corazón de nuestros contemporáneos y en esta cultura nuestra post moderna. La respuesta nos da el propio Jesús en la oración sacerdotal: ¡Sean uno para que el mundo crea!”, resalto.

Hizo un llamado en esta celebración jubilar a la “unidad, a la comunión y a la koinonia” para “caminar juntos con sentido sinodal”.

La expresión de Jesús “Vayan por todo el mundo” fue la idea central de su predicación, por eso, reitero que “ese mandato se asumió en la celebración de los cincuenta años” y, pidió “ratificar en estos 60 años” al hacer referencia al lema diocesano.

Pidió nuevamente “la transformación de las estructuras pastorales que son frutos del camino de conversión, comunitaria y personal, con la gracia del Espíritu del Resucitado, como un nuevo Pentecostés, nos permitirá ser como la Iglesia que Cristo soñó al fundar”.

“Una Iglesia Bautismal, Pueblo de Dios donde florezcan los ministerios para dar respuestas para dar respuestas a los múltiples desafíos y reclamos de la realidad. Una Iglesia donde caminamos juntos, laicos, consagradas, ministros extraordinarios de la comunión, diáconos, presbíteros y el Obispo” alentó.

Es su deseo permanente una Iglesia sinodal como “los colores del arco iris, donde cada color, es importante pero, solo juntos los colores forman el arco iris, porque, un separados aunque sea un color bellísimo, es un franco tirador pastoral. Solo juntos expresan y realizan el signo de la Alianza de Dios con los hombres” subrayo.

Para finalizar puso en manos de la Virgen de Itati, patrona de la Diócesis de Goya, y en San Jose estas intenciones para que “asumiendo y viviendo estas propuestas, ofrezcamos, como lo hicieron en sus momentos Pedro y Juan, signos contundentes que hagan creíble la nueva evangelización”.

Dada la restricciones por la Pandemia el Obispo aprovecho fijar también esta fecha para la celebración de la Misa Crismal 2021, donde los sacerdotes renovaron las promesas sacerdotales y la bendición del aceite, los oleos y el santo crisma.

Fuente: Radio Dos

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