Christian Brueckner , el principal sospechoso en el secuestro de Madeleine McCann, mostró su camioneta unos meses antes de que ella desapareciera y alardeó: “Puedo transportar niños en esto”.
El comentario se lo hizo al padre de una amiga que vivía en el pueblo portugués de Foral, a unas 65 kilómetros de Praia da Luz , el complejo donde ” Maddie ” desapareció el 3 de mayo de 2007. En ese contexto, agregó: “Nadie puede encontrarlos, nadie puede atraparte”.
La persona, que pidió ser nombrado solo como Dieter F., estaba visitando a su hija Nicole, una trabajadora social que ayudaba a rehabilitar a adolescentes alemanes con problemas a principios de 2007 cuando Brueckner apareció al volante de una casa rodande color crema.
Dieter, de 65 años es un exconductor de ambulancias dijo: “Cuando miré adentro, le pregunté: ‘señor Brueckner, ¿qué hacé usted en Portugal? ¿En qué trabaja?’. Él me dijo: ‘ Trabajo, obtengo dinero porque tengo un negocio especial. Transporto cannabis en mi camioneta’ . Me sorprendió, no lo creía exactamente”, comentó, citado por Daily Mail.
Según el relato, el sospechoso dijo: “Tengo 50 kilos de hierba y la transporto por toda Europa”. Y agregó: “Puedo transportar niños en este espacio. Drogas y niños, puedes transportarlos en esta camioneta, es un espacio seguro en la camioneta, nadie puede encontrarlos. Nadie puede atraparte'”.
Estas palabras, que en su momento le llamaron la atención, hoy toman otra dimensión al saber que ese hombre es el sospechoso de asesinar a Madeleine. “Creo que secuestró a Maddie y la sacó de Portugal en su camioneta”, señaló.
Christian Brueckner estaba cerca del lugar donde desapareció la niña en Portugal Christian Brueckner estaba cerca del lugar donde desapareció la niña en Portugal.
Nicole conoció a Brueckner en 2006 y lo trató hasta 2010, cuando regresó a Alemania. En 2012, la visitó sin avisarle en Baviera y cuatro años después la llamó por teléfono para pedirle que lo acompañe en Navidad, pero ella no aceptó.
A Dieter todavía lo atormenta cuánto se acercó Brueckner a su hija y a su nieta, que tenía seis años en 2007 y, al igual que Madeleine, era rubia. “En ese momento, pensé que estaba interesado en mi hija, que era un chico malo. Sentí que, como padre, mi hija no estaba a salvo con ese hombre”, sostuvo.
Ahora, espera que otros testigos del comportamiento de Brueckner se animen a compartir sus experiencias con las autoridades.
Fuente: Diario La Nación