Evidentemente, hay gente en este mundo a la cual el coronavirus la tiene sin cuidado. Y otras enfermedades, también. Y el qué dirán, ni te cuento. Y la ley, ¿qué ley?

Hay gente un poco descontrolada, para la cual no hay pandemia que valga cuando se trata de armar una partusa, una orgía, una bacanal. Gente que no es muy proclive a seguir consejos.

¿Adónde queremos llegar con esto? Bueno, a un megabardo ocurrido en el coqueto barrio de Presidio Heights, en San Francisco (Estados Unidos), una fiesta sexual un poquitín descontrolada que terminó con 71 detenidos y detenidas y detenides.

Evidentemente, hay gente en este mundo a la cual el coronavirus la tiene sin cuidado. Y otras enfermedades, también. Y el qué dirán, ni te cuento. Y la ley, ¿qué ley?

Hay gente un poco descontrolada, para la cual no hay pandemia que valga cuando se trata de armar una partusa, una orgía, una bacanal. Gente que no es muy proclive a seguir consejos.

¿Adónde queremos llegar con esto? Bueno, a un megabardo ocurrido en el coqueto barrio de Presidio Heights, en San Francisco (Estados Unidos), una fiesta sexual un poquitín descontrolada que terminó con 71 detenidos y detenidas y detenides.

Pidieron refuerzos. Tanto jolgorio era demasiado para dos patrulleros. Había 500 personas, dos jabalíes y ocho emúes. Había unos cuantos enanos y unas cuantas mujeres barbudas, lo que llevó a la policía a deducir que la fiesta tenía un perfil indudablemente fetichista.

Según publicó el periódico World News Daily Report, había “una gran fuente al aire libre llena de 190 litros de semen”. Dada la dificultad que supone juntar semejante cantidad, puede ocurrir que se trate de un error de cálculo de la policía, o del portal. Aunque también sospechamos que acaso estaría rebajado con agua. O con leche.

La labor de la policía consistió, a la vez, en ponerle fin a la fiesta y a su vez atrapar a los animales salvajes.

Prudentemente, los partuseros habían amordazado a los jabalíes con pelotas en la boca. Hicieron falta 10 policías para acabar con tanto bardo. “Fue una operación extremadamente delicada. Cientos de personas desnudas que intentan huir con emúes y jabalíes con mordazas de pelota en la boca corriendo. Fue una escena muy caótica”, consideró el oficial Haroldson, como si hiciera falta que lo aclarara.

A la policía le tomó unas cuantas horas recuperar el control de la vivienda. Todos corrían del duro brazo de la ley: enanos, mujeres barbudas, no enanos, mujeres no barbudas, emúes.

Cuando la policía dio por concluida su labor había un total de 71 personas detenidas.

fuente:bigbangnews

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