Con posibilidades ciertas de ser condenado por “homicidio en ocasión de robo”, Enzo Gaúna no se siente responsable por la muerte de Roxana Dalpozzolo. Lejos de que su conciencia cargue con la irreparable pérdida, sólo le endilga la culpa a un supuesto “vecino justiciero” a quien señala como el culpable del choque que terminó con la vida de la joven madre. 

En contacto exclusivo con Equipo de Noticias (LT7 Radio Corrientes AM900), Gaúna no sólo no admitió ser el responsable por la muerte de Roxana, ni siquiera aceptó la culpabilidad en el robo previo que dio origen a la loca huida y al posterior choque fatal.

Roxana Dalpozzolo tenía 28 años y era madre de dos chicos.

El 13 de agosto de 2018 en cercanías a la intersección de las avenidas Alfonsín y Laprida, dos motochorros interceptaron a una mujer, Irma Correa, quien se movilizaba en una motocicleta con su hijo de 10 años.

Gaúna manejaba la motocicleta, Nahuel Ortíz Verdún iba como acompañante. Este último empujó a Correa y, con la mujer en el piso, le propinó una paliza para robarle la cartera.

Luego, con el botín en la mano, huyeron a altísima velocidad por Laprida en dirección Norte. A unas ocho cuadras (Laprida y Marechal), los malvivientes embistieron a una motocicleta que llevaba a una pareja. Producto del feroz choque, la acompañante – Dalpozzolo – cayó pesadamente contra el asfalto y murió un rato después en el Hospital por las terribles lesiones, entre ellas la fractura de la base del cráneo.

En la entrevista periodística, con Gaúna hablando por celular desde el patio de la Unidad Penitenciaria Nº6 ubicada en San Cayetano, el imputado aseguró que él sólo llevaba a Ortíz Verdún y que no sabía que su compañero concretaría el violento robo a Correa. También aseveró que había cruzado la calle y que no había visto la paliza de su acompañante a la mujer para robarle la cartera.

La condena por homicidio en ocasión de robo va de 10 a 25 años de prisión.

Gaúna luego aseguró que huyó del lugar junto a Ortíz Verdún entre sorprendido y asustado. Este fue el momento en el que aseguró que sintió temor por un hombre, al que identificó como Ariel o Jonathan Rodríguez (usó ambos nombres), quien  los persiguió en motocicleta, golpeando el rodado en el que se movilizaban y que a gritos los amenazó de muerte.

Según su crónica, durante el trayecto por avenida Laprida desde el lugar del robo hasta el fatídico punto del choque, este “vecino justiciero” pateó en innumerables oportunidades la moto en la que huían con la intención de hacerles perder el control del vehículo.

En el lugar del choque, los familiares de Roxana pintaron una estrella amarilla en su recuerdo..

“Culpa de él impactamos contra la otra moto, porque la última patada que nos pega nos tira hacia un costado y ahí chocamos. “Nunca la vi a Roxana. Quedé inconsciente. Reaccioné en la comisaría y cuando abrí los ojos, ví a Rodríguez sacándome fotos y riéndose, junto con los policías”, relató.

El juicio contra Gaúna y Ortiz Verdún comenzó el pasado 30 de octubre. En la última jornada del debate, el 13 de noviembre, los integrantes del Tribunal Oral Penal Nº2 aceptaron ampliar la carátula de la imputación (originalmente era de robo simple para Ortíz Verdún y robo simple con accidente de tránsito para Gaúna) a homicidio en ocasión de robo. Si los magistrados los encontraran culpables, podrían condearlos hasta con 25 años de prisión.

“No entiendo por qué me van a arruinar la vida, sí fue Rodríguez el culpable de todo”, argumentó en su defensa. “Si el no nos perseguía pateando la moto, yo iba a volver a mi casa y nunca más lo iba a llevar a Nahuel después de lo que hizo”, aseguró.

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