Es como consecuencia de los feriados nacionales, provinciales y vacaciones. El dato se desprende de un informe del Observatorio Argentinos por la Educación.
Por diferencias de cantidades pequeñas, en todos los casos inferiores al 3%, nueve provincias argentinas no alcanzarán a cumplir con el ciclo lectivo de 180 días de clase que establece la ley, como consecuencia de los feriados nacionales, provinciales y vacaciones, advirtió este martes en un informe el Observatorio Argentinos por la Educación.
La Ley 25.864, sancionada en diciembre de 2003, establece que “un ciclo lectivo anual” debe contar como “mínimo” con 180 “días efectivos de clase, para los establecimientos educativos de todo el país en los que se imparta Educación Inicial, Educación General Básica y Educación Polimodal, o sus respectivos equivalentes”.
Según el informe , en 2020 se “incumplirá” por un 2,77% la ley en las escuelas de Catamarca donde, en principio, el ciclo lectivo será de 175 días; en San Luis, con 177 días (-1,66%), mientras que en Santiago del Estero, Misiones, Formosa, el calendario escolar consta de 178 (-1,11%), y en San Juan, La Rioja, Entre Ríos y Corrientes, 179 (-0,55%).
Según el observatorio el “informe analiza los días de clase programados oficialmente por los ministerios provinciales” y no contempla días que se puedan perder por diversos motivos y en el recuento tampoco están contabilizadas jornadas de planificación, del Programa Nacional de Formación Docente Situada, el día que se destinará al Censo 2020, el Día del Empleado Público (que en algunas provincias implica suspensión de clases), ni otras festividades locales (como aniversarios municipales).
Mientras que en estas provincias el ciclo lectivo 2020 tendrá menos de 180 días por muy escasas diferencias, hay otros distritos que los superarán como Neuquén, en donde dicho cronograma es de 189 días, o Chubut, donde será de 185.
En la provincia de Buenos Aires, Chaco, Ciudad de Buenos Aires, Mendoza, Río Negro, Santa Fe y Tierra el Fuego el ciclo lectivo será de 184 días.
“Que la escuela pueda brindar regularidad y previsibilidad en su calendario no solo impacta positivamente en la tarea estrictamente pedagógica, y por tanto en la organización de los aprendizajes de los alumnos, sino que además, socializa al alumno en un ambiente institucional donde prima un ritmo de trabajo continuo y sin interrupciones”, señaló Guillermina Tiramonti, investigadora de FLACSO.
Preocupada por la apuntada disminución de días de clase en algunas provincias respecto de la meta de 180, María Cristina Gómez, directora de la Red de Educadores Innovadores, aseguró que “resolver este tema implica pensar en soluciones que flexibilicen la tarea docente y abra espacios a la creatividad y al liderazgo con escuelas e instituciones que ofrezcan alternativas para recuperar los días perdidos, y redoblando la apuesta con directivos que se animen a diagramar sus propios calendarios, en función de las contingencias que siempre surgen a lo largo del año escolar”.
La especialista entiende que el sistema necesita “escuelas y maestros que pongan en el centro de la escena al niño: el único protagonista, que no tiene voz para reclamar por las horas y días perdidos”, concluyó.
Fuente: Cadena 3