Con un programa alimentario y de actividad física se apunta a bajar los índices y los factores de riesgo en los integrantes de la fuerza.

Los controles de salud que se realizaron en las evaluaciones de ascenso policial hace unos meses despertaron la preocupa­ción de la fuerza por el es­tado de salud de los efecti­vos. Cerca del 70% de los policías presentaban exce­so de grasa corporal, ya que un 27% tenía obesidad y un 40% sobrepeso.

Frente a estos índices, comenzó a implementarse un proyecto para mejorar la calidad de vida del personal de la fuerza pública. Las ac­tividades son organizadas por la Policía de Corrientes en colaboración con el Ins­tituto de Cardiología y tiene el objetivo de modificar la cuestión alimentaria y físi­ca de los policías.

“Cuando se realizaron los exámenes en el personal para los ascensos se detec­taron factores de riesgo, como hipertensión, coles­terol, diabetes y sobrepeso. De cada 10 policías, tres o cuatro tienen el peso nor­mal. Esto es el reflejo de la sociedad, pero en referen­cia a ellos es distinto, por eso la preocupación del área de Recursos Humanos de la Policía es frenar y en lo posible volver para atrás esos índices”, comentó a NORTE de Corrientes el doctor Alejandro Amarilla, director del Departamento de Prevención de Enferme­dades Cardiovasculares del Instituto de Cardiología de Corrientes, que colaboró con el programa “Camino hacia una vida saludable”, que comenzó a funcionar con guías de apoyo nutri­cional para el sector.

Señaló que el 50% de los policías que iban a rendir el examen para el ascenso no reunía las condiciones físi­cas necesarias para afrontar la intensidad que demanda la actividad, lo que alarmó a la plana mayor de la fuer­za. Además, mas del 25% tenía exceso de peso y un 40% obesidad, es decir que más de un 70% presentaba exceso de grasa corporal y “esto interfiere con la salud y la actividad de la Policía”.

“Se realizan encuentros donde se les brinda herra­mientas para la toma de conciencia, con capacita­ción y enseñando estrate­gias de nutrición, de ejer­cicios físicos y charlas mo­tivacionales para lograr los objetivos”, agregó el médi­co. En Capital se realizaron dos encuentros y en el inte­rior, siete. Los resultados se verán a largo plazo, según estimó Amarilla. “Los jefes de comisarías se compro­metieron a que se realicen actividades físicas y de edu­cación alimentarias como parte del entrenamiento de la Policía para que entien­dan la importancia de los hábitos alimentarios”, dijo.

Amarilla advirtió que la problemática afecta a toda la sociedad. “La última en­cuesta de factores de riesgo de la Argentina realizada en 2018 sostuvo que es un pro­blema social y la Policía no es ajena”, dijo.

Según el informe, el ex­ceso de peso (que suma el sobrepeso y la obesidad) aumentó de modo conti­nuo a lo largo de las cuatro ediciones en que se realizó la encuesta: 49% en 2005, 53,4% en 2009, 57,9 por ciento en 2013 y 61,6% en 2018.

La obesidad aumentó casi un 75% entre 2005 y 2018 y según las mediciones, el so­brepeso y la obesidad fue­ron mayores en los varones (68,5%) que en las mujeres (55%). Además, las perso­nas que padecen diabetes o glucemia elevada por sobrepeso u obesidad tam­bién aumentaron de 9,8% a 12,7% entre 2013 y 2018.

Fuente: Diario Norte

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