La pieza fue removida del río y depositada en una zona de obra. Entre bambalinas hay un tironeo por las responsabilidades.
Se trata de una pieza antiquísima, de un presunto valor extraordinario desde el aspecto del patrimonio histórico de la ciudad, pero no hay responsables que se hagan cargo de su destino y mucho menos de su preservación. El ancla de grandes proporciones, que fue extraída sin ningún cuidado ni tratamiento especial del lecho del río, fue depositada en una zona de obra en el Parque Mitre y duerme a la intemperie (sol, agua, viento) rodeada de escombros, arena y otros materiales de construcción. En la zona trabajan aliviando la desembocadura del arroyo Poncho Verde, donde planean montar una marina privada. El “artículo” estaba en el camino del proyecto (o negocio) y lo removieron.
Fuente de la Municipalidad que trabajan en el área señalaron que le corresponde al Instituto de Cultura de Corrientes disponer del ancla. El organismo por el momento no dio señales, aunque hay versiones de que estaría ocupándose del pesado asunto. ¿A dónde llevar el ancla? es la pregunta que todos -los que están bien interesados- se hacen.
La arquitecta María Soledad Maciel, referente de la Comisión Nacional de Monumentos, Lugares y Bienes Históricos, aclaró que los estudios realizados oportunamente aconsejaban que el ancla debía permanecer en el sitio donde se encontraba, ya que así no serían alteradas sus condiciones de preservación.
Este diario pudo acceder a una comunicación que dicha comisión remitió en febrero al Municipio capitalino, y firmado por Teresa Anchorena, presidenta de la Comisión, advirtiendo que el Parque Mitre estaba en vía de ser declarado Sitio Histórico y por lo tanto debía ser preservado. Esto incluye a lo que está en el agua.
La nota dirigida a Porfirio Aquino decía: “El área correspondiente al Parque Mitre está siendo estudiada por la Comisión Nacional con vistas a la declaración en el marco de la ley 12.665. Lo señalado no impediría la realización de las obras que usted menciona con la condición de que el proyecto respectivo sea analizado y aprobado por este organismo en la medida que sea compatible con los valores patrimoniales del área”.
Pese a esto, la canalización del Arroyo está en marcha y el ancla ya no es un estorbo. Ahora la pieza de metal está anclada en la vereda.
Fuente: Diario Norte