Fuertes medidas preventivas y pasos cerrados al tráfico vecinal son las disposiciones que se implementaron en las ciudades que quedan frente a Brasil. El gigante de Sudamérica es el tercer país en el mundo con mayor cantidad de casos de coronavirus.
La fraternidad fronteriza se mantiene pero no se permite cruzar. En Santo Tomé y Paso de Los Libres no hay casos de COVID-19 certificados y esa situación, a casi dos meses del inicio de las restricciones, no evita la preocupación por residir cerca de Brasil uno de los países más complicados en el planeta con la pandemia.
Mariano Garay, intendente de Santo Tomé, y Martín Ascúa, intendente de Paso de los Libres, no ocultan la intranquilidad que, como responsables de las administraciones municipales, les impone la situación del vecino país con el que tienen lazos estrechos con sus colegas prefeitos (intendentes) del otro lado del río Uruguay.
Ronie Melo prefeito de Uruguayana es uno de los 310 mil brasileños que dieron positivo para la enfermedad, dato que se potencia con los más de 20 mil fallecidos en el vecino país desde que se detectó el primer caso en marzo, justifica la aprensión que tienen autoridades municipales, responsables de los hospitales regionales y la población en general.
El martes Sao Borja registró su primer fallecido con coronavirus, según confirmó Garay en diálogo con periodistas de época.
Tanto Garay como Ascúa destacaron que en ambas ciudades, pese al paso fronterizo, no hay casos locales confirmados y lo adjudican a la decisión de imponer estrictos controles sanitarios en los puentes que unen sus municipios con las prefecturas de Sao Borja (Santo Tomé) y Uruguayana (Paso de los Libres).
Controles y previsión
Para Mariano Garay el hecho que no haya contagiados locales se debe a las restricciones para el ingreso a Santo Tomé y a también a las medidas preventivas.
“Se cortó todo cruce. No hay tráfico vecinal fronterizo, sólo cruzan los camiones de transporte nacional y con estrictos controles”, declaró.
Agradeció la predisposición del personal de salud de centros estatales y privados y recordó que pudo lograr un acuerdo con empresarios privados para instalar un centro de asistencia, en caso de contagios con 44 camas disponibles.
Además, explicó que es un albergue donde puedan estar quienes resulten positivos, tiene espacio para dos salones con baños, generador de energía y una cisterna con disponibilidad de 10.000 litros, y refrigeración. Asimismo afirmó que la sociedad santotomeña “en general no está nerviosa” y diferenció a los funcionarios al expresar “nosotros sí; porque estamos frente de la Comisión de Emergencia y conocemos la problemática y lo que puede pasar si alguien cruza con el virus”.
Respecto al cruce del Puente de la Integración “no se van a comprar ni se ingresa, no hay tránsito de personas. Sólo cruzan quienes vienen a trabajar al centro unificado de frontera, que funciona del lado argentino pero con estrictos controles. No hay contagiados ni casos sospechosos, estamos en cero”, finalizó.
Dos meses
El intendente de Paso de los Libres, Martín Ascúa, destacó que la ciudad no tiene casos positivos de COVID-19. También, manifestó que desde su gestión hay preocupación por el hecho de estar frente a Brasil y resaltó el respaldo de los vecinos libreños a las medidas de prevención. Además, informó que su colega de Uruguayana está contagiado y que del lado argentino “volvimos a restringir aún más el ingreso a la ciudad”. Comunicó que a la ciudad sólo ingresan quienes tienen domicilio en ella y hay un segundo acceso para camioneros de transporte a otras regiones de Argentina. En cuanto a la frontera informó que se disolvió el control conjunto del complejo fronterizo y resaltó que “todos obligatoriamente antes de entrar a Paso de Los Libres son sometidos a revisiones sanitarias de temperatura y olfato”. Indicó que hubo una reorganización del personal municipal entre los 18 y 45 años con 120 personas que trabajan en el control de las medidas de prevención y a disposición de la Dirección de Defensa Civil.
Para la asistencia en caso de contagio se “logró un acuerdo con el hospital Regional San José, muy bien dotado y con el Ejército una clínica privada y un hotel”, que garantizan la disponibilidad de camas.
Fuente: Diario época