“En el país hacen falta 4 millones de casas”, aseguran los representantes de las medianas y pequeñas empresas. Proponen una solución.

Las pymes constructoras emitieron un “urgente pedido” al Gobierno nacional: promover la iniciativa privada para avanzar con la construcción de viviendas y así combatir el déficit habitacional del país.

“El lanzamiento de un plan de construcción de 40.000 viviendas nuevas por año a nivel nacional es una buena noticia. Sin embargo, si consideramos que el déficit de viviendas a nivel nacional es cercano a los 4 millones de unidades, queda en evidencia que a estas políticas habrá que sumarles otras alternativas para evitar que la brecha entre oferta y demanda siga creciendo”, aseguraron en un comunicado.

“La aplicación de la ley Fonavi (Fondo Nacional de Viviendas), y los sucesivos planes de construcción lanzados desde la Secretaría de Vivienda de la Nación desde 1977 a la fecha, se basaron en el subsidio a la oferta, y el resultado de su aplicación no resolvió el déficit habitacional de la Nación”, alertan.

“No obstante, crecieron en el interior del país, una importante cantidad de empresas pymes constructoras que crearon una sólida red, con fuerte arraigo local y con una vasta experiencia en la optimización de recursos, basados en una escala de empresa adaptada al lugar de localización. Este fenómeno, también está presente en provincias centrales como Buenos Aires, Córdoba o Santa Fe, conformando un empresariado de gran inserción social, que no debe dejarse de lado”.

“Los niveles de inflación imperantes alejaron las ofertas de crédito hipotecario del mercado, por lo tanto, los desarrollos vinculados a la construcción de viviendas quedaron reducidos a una mínima expresión. Los actuales compradores de las pocas viviendas construidas por el sector privado, son inversores que las adquieren como inversión para resguardo de valor, alquilándolas luego a los usuarios”, detallan.

“Estamos inmersos en un círculo vicioso: déficit habitacional creciente, inexistencia de alternativas viables de créditos hipotecarios, reducción de actividad económica derivada de la enorme cadena de valor asociada a la construcción. Este escenario exhibe su arista más sensible en la creciente pobreza estructural”, explicó la Confederación de Pymes Constructoras.

Denunciaron que “los créditos hipotecarios actuales con tasas de dos dígitos arrojan una cuota inicial que supera largamente el salario medio, por lo cual no pueden ser aplicados”.

“Entendemos que una idea novedosa a desarrollar consiste en establecer una política de créditos a desarrollos privados pequeños y medianos que cubra todo el territorio nacional”, aseguraron.

“Es evidente que, atendiendo a los niveles de inflación de nuestro país, para implementar líneas de crédito accesibles se deberá pensar en utilizar unidades de valor constante, tal el caso de las UVA, pero corrigiendo la falencia que provoca el desfasaje de su crecimiento en forma dispar al salario medio. Esta decisión permitiría preservar el valor del capital aportado. Sin embargo, será condición indispensable que las cuotas de los beneficiarios del crédito se ajusten con el coeficiente de variación salarial”, detallaron.

“Sin dudas la clave del proyecto reside en que, al conceder créditos en UVA más un adicional (4 al 6%), la amortización del crédito se torna viable en plazos de 10 o 15 años. Las cuotas entonces, se actualizarán de conformidad al coeficiente de variación salarial, manteniendo constante la relación cuota-ingreso declarado al comienzo del crédito.

“En síntesis, la novedad que plantea la CPC es que el capital prestado mantenga su valor real en UVA, con la tasa necesaria que el sistema financiero requiere, pero la cuota a pagar solo se actualice según el Índice de Variación Salarial que emite el Indec”.

Fuente: Diario El Litoral

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