A pocos días de cumplirse un mes de la muerte de Diego Armando Maradona, a sus 60 años, continúan develándose detalles sobre los tesoros más preciados del mejor jugador de todos los tiempos que ingresarán en la sucesión. Uno de ellos estaba oculto debajo de su cama, en una sencilla caja de zapatillas, pero que contenía importantes pertenencias.

Así lo confirmó Mauricio D’Alessandro, abogado de Matías Morla, apoderado del astro hasta el día de su fallecimiento. De acuerdo a su relato, el pasado 25 de noviembre, cuando Maradona murió en su habitación de la casa del barrio privado San Andrés de Tigre, un familiar se llevó la caja de la propiedad.

Al tratarse de pertenencias tan valoradas por el ex jugador, es llamativo que las guardara en tan humilde escondite. En una entrevista con América Noticias, D’Alessandro indicó que Diego tenía una caja fuerte amplia en la casa que habitaba en Brandsen, cerca de Estancia Chica, predio de entrenamiento de Gimnasia La Plata, y que esos afectos personales los tenía en su mesita de luz.

Al mudarse al barrio privado de zona norte tras la cirugía por un hematoma en la cabeza y donde haría la internación domiciliaria, “le encargaron a Verónica Ojeda que comprara dos cajas fuertes y compró una. Diego, desconfiado con las cosas que más quería, agarró una caja de zapatillas de la marca de las tres tiras y las puso abajo de la cama. Como no salía, y estaba deprimido, la tenía ahí abajo”, reveló D’Alessandro.

“La única que sabía era Monona, la cocinera, a la que le había tomado cariño, como el de una madre; Diego tenía esa cuestión de afecto”, agregó el abogado. “Cuando muere Maradona se arma un despelote en su casa. La caja estaba abajo de la cama, Monona se zambulle abajo de la cama y se la queda así, se abraza, porque era lo que Diego le había confiado”, continuó.

Y concluyó: “Cuando se llevan el cuerpo, Monona seguía con la caja. De golpe se empiezan a ir todos y quedan familiares de los más íntimos. Y a uno ella le da la caja. Esa persona se lleva la caja”. Para D’Alessandro, el especial cuidado que tenía por el contenido del recipiente corrobora que el ex DT de Gimnasia “estaba lúcido”.

Pero, ¿qué contenía la misteriosa caja? Había varios relojes de la marca Hublot, con la que tenía un contrato publicitario, la billetera y cadenitas de oro, publicó Infobae. La duda es si allí también estaba la joya más amada del astro, el “famoso anillo de los 300.000 dólares” que le regalaron cuando asumió como “presidente del fútbol del Dínamo Brest de Bielorrusia”, aunque no hay certezas.

De cualquier modo, las joyas y relojes de Maradona estaban registrados, por lo que deberían ingresar en la sucesión, que tendrá su primer encuentro este jueves entre Sebastián Baglietto, el administrador de la herencia, el citado Morla y la contadora Andrea Trimarchi, que revisarán la documentación de las cuentas bancarias, contratos y bienes que disponía el Diez hasta el mediodía de su muerte.

fuente:cronica

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