A diario sale en su bicicleta a visitar a cada uno de los pacientes que dieron positivo de Covid19, para verificar si precisan algo, si avanzaron con los síntomas, o simplemente para brindarle afecto y que no se sientan solos. Un héroe que no debe ser anónimo. Se llama Ramón Pereyra y trabaja en el Hospital de su pueblo, San Roque.

Encomendándose a Dios, a la Virgen de Itati y a su patrono San Roque, Ramón pedalea vestido con todo su traje de protección, y va casa por casa.

Enfermero de vocación, padre de sus hijas y amante de su esposa, sale de su casa bajo esa protección afectiva que es mayor que el mono blanco, su guante y su barbijo.

En silencio su trabajo es conocido por todos, y junto a sus compañeros y los policías y bomberos de la localidad, es uno más de tantos que recibieron las felicitaciones del gobernador Gustavo Valdés por su trabajo: un fuerte aplauso entre todos les dio ánimos, porque saben, trabajan hasta el agotamiento.

Fuente: Diario Norte

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