Los políticos en Suiza han decidido que las personas que ejercen el trabajo sexual, una actividad considerada legal que emplea a unas 20.000 personas, pueden volver pronto a los negocios.

La fecha para el regreso a la normalidad está prevista para el del 6 de junio, junto con cines, clubes nocturnos y piletas públicas, según lo anunciado por el gobierno esta semana. Sin embargo, por el momento las cosas no serán como antes.

Ante este nuevo presente, la asociación suiza que representa a las trabajadores sexuales publicó algo así como un nuevo manual de estilo para volver al trabajo en el que sugiere dos posiciones para las relaciones sexuales: son las conocidas como “perrito” y el “cowgirl invertido”. En ambos casos, la idea fundamental es que los participantes no queden cara a cara.

El manual de seguridad, indica que el uso de condones será obligatorio y los besos con los clientes serán desaconsejados, aunque ya esa práctica se venía realizando desde hace tiempo, aún por fuera de la actividad de la prostitución reglamentada.

También recomienda que las habitaciones de los hoteles sean ventiladas por al menos 15 minutos después de cada cliente y las sábanas de las camas, cambiadas. Las nuevas medidas de seguridad incluyen la utilización de guantes y desinfectantes de uso personal y para el personal de los moteles.

Como una forma de reaseguro cada prostituta deberá, ante la eventualidad de que se detecte un contagio de Covid-19 y como método de mantener el control y rastreo, los datos de cada cliente tendrán que ser resguardados al menos durante cuatro semanas.

En Suiza, las prostitutas están obligadas a registrarse ante las autoridades locales y pagar impuestos.

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