A la nena la llevaron al hospital bonaerense de San Cayetano con 41 grados de fiebre y dolor en el cuerpo. No le creyeron y la mandaron al psicólogo por “mañosa”. Tenía 11 años.

Shaira Smoulenar tenía 11 años, no se podía mover, le dolía el cuerpo y estaba hinchada. Le pidió a su papá que la llevara al hospital pero estando internada falleció. Su familia denunció que la nena fue víctima, no solo de mala praxis, sino de la inoperancia y falta de voluntad de los médicos que la atendieron.

Todo comenzó el lunes 26 de abril. Ese día Shaira llegó a tener 41° de fiebre y dolor corporal agudo. Su abuela paterna, quien estaba a su cuidado, la llevó a la guardia del Hospital Municipal San Cayetano, provincia de Buenos Aires. “Allí la recibió el doctor Alí Manuel Rodríguez. Le pasaron suero, le bajó la fiebre y querían mandar a la casa. Pero mi nena dijo que se sentía mareada, mi suegra pidió que le volvieran a tomar la fiebre y tenía 39° y ahí la internaron”, contó su mamá Soledad Torres.

Ese mismo día le hicieron un laboratorio que dio 20 mil glóbulos blancos en sangre y le mandaron un antiparasitario. “Antes de ver el resultado del análisis diagnóstico, el doctor rompió la receta que le habían dado a mi suegra y le hizo una para los parásitos”, relató la mujer.

“La nena se hizo encima del dolor y largo muchísimos parásitos. Ahí nos mandó a la casa porque solo eran parásitos para él”, agregó Soledad.

Habían pasado unas horas cuando Shaira regresó a su casa y empezó a sentirse peor. No podía moverse, las piernas se le dormían del dolor y sentía lo mismo en la espalda y en los hombros. Sus padres la volvieron a llevar al hospital y la internaron de nuevo.

“Le pasaron suero y en ese momento llegó el doctor Rodríguez quien le pidió al doctor Pacheco que se haga cargo de la situación. Le mandaron a hacer análisis de sangre nuevamente en la que salieron 12 mil glóbulos blancos en sangre. Rodríguez me dice que estaba haciendo efecto el desparasitario”, contó la madre de Shaira.

Sin embargo, la nena seguía con dolor en todo el cuerpo.”El jueves otra vez estuvo en mi casa por orden del médico, estaba hinchada. La teníamos que ayudar a darse vuelta para ir al baño porque ella no podía. Seguía con mucha fiebre”, recordó.

En la madrugada del viernes 1 de mayo, Shaira le pidió a su papá, César Smoulenar, que la llevara al hospital pero se quedó dormida y sus papas la dejaron descansar, cuando despertó la llevaron inmediato a la guardia. “Apareció de nuevo el médico Pacheco y le dijo que la iba a internar. Mi nena estaba sentada y no se podía moverse y le dijo que no se podía levantar mover; le pidió una silla de ruedas y él le respondió: ‘si viniste caminando hasta acá, camina 20 metros más'”, recordó Soledad.

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