En Chile se habla del turismo postcrisis y cómo atraer a los argentinos, principal colectivo extranjero para la industria turística trasandina. En la proyección de la Federación de Empresas de Turismo de Chile (Fedetur) el verano 2020 habrá un 38 por ciento menos de visitantes, en comparación con el año pasado. Mientras tanto, los mendocinos y sanjuaninos, buscan nuevos destinos: la Costa, Córdoba o la Patagonia.

Muchos cuyanos elegían las playas de la Quinta y Cuarta región chilena: de Valparaíso a La Serena, por cercanía, los precios más convenientes y la belleza de sus balnearios. Sin embargo, la tendencia ha cambiado desde el estallido social del 18 de octubre en las principales ciudades chilenas. Los turistas extranjeros temen quedar rehenes de un piquete (en algunas rutas los manifestantes han cobrado por pasar), la vandalización de la protesta, la represión policial y los horarios restrictivos que impiden el normal funcionamiento de los comercios por la misma crisis social.

A todo esto, se suma el dólar turista con el 30% de recargo para los argentinos que paguen con tarjeta de débito o crédito y la compra de moneda extranjera. “A nosotros nos daba un poco de miedo andar con el auto con la chapa argentina”, se sinceró Gonzalo, que viajó desde Mendoza con sus amigos a pasar el festejo de Fin de Año en Viña del Mar.

Los datos de Gendarmería nacional en la frontera que une Mendoza con Santiago de Chile, túnel Cristo Redentor-Los Libertadores, indican que hubo un 35% menos de viajeros para fin de año que en 2018. Fueron unas 14.500 personas (3 mil autos y 170 micros) entre el viernes 27 y el martes 31 de diciembre.

Para el sector turístico chileno, Argentina ocupa el primer lugar por amplio margen, seguido por Bolivia, Brasil, Perú, Estados Unidos, Alemania Francia, España y Reino Unido, según el promedio de arribos en los últimos cinco años, alrededor de 1,3 millones de turistas extranjeros al año.

La vicepresidenta ejecutiva de Fedetur, Helen Kouyoumdjian, reconoció en una entrevista con la radio chilena ADN la dimensión de la baja: “Me encantaría ser positiva, pero antes del estallido ya veníamos con un año complejo, con una Argentina -que es nuestro principal mercado- bastante deprimida, y el 18 de octubre se nos cayó la repisa”. Calculó que para 2020 llegarán solo 500 mil argentinos, cuando el promedio era cercano a los 1,5 millones.

La funcionaria de Turismo de Chile explicó que la expectativa varió en diciembre, cuando el gobierno de Alberto Fernández anunció el dólar turista, “entonces merma más las posibilidades, a 37% menos de argentinos que el año pasado”. Para contrarrestar esta baja, el sector turístico chileno ha lanzado la campaña “El 2020 me bajo un 20%”, con promociones para los que permanecen más de tres días alojados en el mismo sitio.

El mendocino Eduardo Sosa, que vacaciona en las playas de Coquimbo y La Serena, contó que es notoria la menor cantidad de visitantes argentinos. “Este año ha decaído mucho, por lo menos un 70% menos de turistas argentinos que el año pasado”. Sobre las compras, dijo: “Aún con una conversión a 100 pesos argentinos (incluido el impuesto del 30%) por cada 1.000 pesos chilenos, hay indumentaria y artículos de electrónica más baratos que en Argentina”. Y calculó que los alquileres han bajado un 30% en promedio y dijo que un departamento de dos dormitorios frente al mar varía entre los 50 y 75 dólares la noche.

En la concurrida playa de Reñaca, cercana a Viña del Mar, también se extraña el acento argentino. Verónica, una mendocina que tiene departamento en la costa chilena, contó que en las playas se ven algunos argentinos con el mate, pero menos que otros veranos y por periodos más cortos de estadía. “Hasta ahora está todo tranquilo. Los carabineros (policía chilena) controlan que no se beba alcohol en las playas y no hemos visto incidentes ni protestas en la última seman”, detalló.

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