La asesora de Menores de Paso de los Libres contó con detalles como se desarrolló el caso que llevó a entregar en guarda provisoria a una beba desde el momento de su nacimiento. “Fue la mejor decisión que se pudo tomar, todos quedaron conformes”, aseguró Carolina Macarrein.

“No se puede hablar de una adopción de un niño por nacer, porque eso está prohibido por la Ley. Lo que se pretendió en este caso en todo momento, es resguardar, no solo a la adolescente, sino también al niño por nacer”, manifestó la Asesora de Menores de Paso de los Libres, Carolina Macarrein, en contacto exclusivo Equipo de Noticias.

“Siempre sostuvimos la firme convicción de que esta nena estaba en condiciones de acceder a la interrupción voluntaria del embarazo. Eso es innegable, es su derecho y está previsto en el Código Penal, más allá de lo que cada uno piense”, asegura Macarrein.

“Se la escuchó activamente, y es admirable la convicción con la que ella se manifestaba, teniendo en cuenta su estado de vulneración. Desde el primer momento manifestó que no quería ser madre del niño que iba a nacer, y si bien en un momento pidió el aborto, ella cambió de opinión y manifestó su voluntad de entregarlo en adopción”, remarcó la asesora.

“En una audiencia ella nos manifestó que iba a seguir con el embarazo, pero con el condicionamiento de no tener vínculo alguno con el niño, ya que sentía un rechazo legítimo”, detalló.

“Ha sido una solución que cumple con el objetivo más inmediato que tenemos los operadores judiciales, que es la pacificación. Acá, la joven quedó conforme, la beba va a tener una familia donde desarrollar sus potencialidades y los guardadores cumplir con su anhelo de ser padres”, manifestó Macarrein.

Escape y pedido de aborto

En el mes de mayo, una adolescente de 17 años se presentó ante el juzgado de Paso de los Libres, en compañía de una tía, para pedir apoyo en la realización de un aborto, teniendo en cuenta que cursaba un embarazo producto del abuso reiterado de su padrastro.

Según contó  la Asesora de Menores, la chica no sabía con certeza cuanto tiempo de embarazo llevaba, ya que nunca antes había podido hacerse controles médicos, ya que su padrastro y su madre la mantenían cautiva en su casa. En un momento dado, durante el mes de mayo logró escapar de la casa, ubicada a 40 kilómetros de Paso de los Libres, y se refugió en lo de su tía, quien la acompañó hasta el juzgado para pedir asistencia y solicitar el aborto.

“En un primer momento, la joven se acercó a la Asesoría de Menores y luego al Juzgado, a los efectos de solicitar una autorización para llevar adelante la interrupción voluntaria del embarazo que estaba transitando, producto de un abuso sexual de su padrastro. Ella era sometida desde hace tiempo por ese hombre”, detalló la asesora Macarrein.

“Desde el juzgado, y con la intervención interdisciplinaria que estos casos ameritan, se le practicó a la joven una serie de estudios, médicos y psicológicos, para determinar si ella estaba realmente convencida de la decisión, que con todo derecho tenía”, explicó.

“Si bien ella no necesitaba autorización judicial, sabemos que es difícil el acceso a la interrupción del embarazo, ya que aquí no hay protocolo para el caso. Por lo tanto, la jueza ofició al hospital local sobre la petición de la adolescente, indicando que se enmarcaba en el supuesto de aborto no punible”, detalló Macarrein.

“Estábamos en ese camino, y ya cerca de materializarse la petición, cuando la joven, luego de las entrevistas médicas y demás, cambió de opinión. Ella estaba transitando las 24 semanas de gestación, casi entrando al sexto mes de embarazo. Eso dificultó tal vez la determinación en ese sentido”, agregó.

Consultada sobre si ese tiempo gestacional era con el cual llegó pidiendo el aborto o si se llegó al mismo luego de dilaciones, la asesora fue contundente: “Fue inmediato. Ella estaba cursando la semana 23 cuando llegó”, dijo Macarrein, aclarando siempre que en realidad ella no sabía el tiempo gestacional hasta que le hicieron los estudios y se lo informaron. Entre el pedido de la joven y los estudios médicos pasó una semana.

“Mientras se llevaban adelante los estudios necesarios para llevar adelante la práctica solicitada por la adolescente, ella vuelve a presentarse con su tía ante el juzgado y dice que va a seguir adelante con el embarazo, con la condición de no tener contacto con el niño”

Fundamentos de la decisión

“Nosotros fundamos la decisión en la escucha de la joven, ya que es lo que exigen las convenciones internacionales: la escucha activa de la voluntad e intención de la adolescente”, explicó Macarrein.

“Ella nos manifestó en audiencia que iba a continuar el embarazo, con el condicionamiento de que no quería tener vínculo con el niño, por el que sentía un rechazo legítimo. Dijo que iba a finalizar la gestación del niño, pero no quería tener vínculo con él”, detalló.

Fue en este contexto que desde el juzgado comenzaron con el trámite de buscar una familia que estuviera en condiciones de recibir a ese niño en guarda al momento del nacimiento.

El camino a la adopción

“Lo que tratamos de hacer es evitar que el niño vaya a un lugar, y después a otro, por lo que se anticipó esto y se decidió buscar a quienes estuvieran en condiciones, debidamente inscriptos en el Registro Único de Guarda con Fines Adoptivos, convocarlos y entre estos inscriptos, seleccionar a aquellos que resultaran más idóneos”, explicó la Asesora de Menores.

“Así se citó al matrimonio seleccionado y se les explicó en todo momento que se trataba de una guarda provisoria, no una adopción anticipada ni mucho menos, condicionada al nacimiento con vida del niño y a que transcurrieran los 45 días que exige el Código Civil, que indica que una madre no puede manifestar decisión de entregar en adopción un niño durante la primera etapa del puerperio”, indicó.

En ese contexto, se convocó a una audiencia al matrimonio elegido, a la adolescente y a su tía, para avanzar con el trámite.

“Quiero destacar que, en todo momento, la joven mostraba una entereza en su decisión y una firme convicción de desvinculación con ese niño. Nunca tuvo voluntad procreacional. Ella no quería ser madre de un niño producto de los abusos que venía sufriendo”, manifestó Macarrein.

Fue así que la jueza decidió otorgar la guarda provisional a partir del alumbramiento y que fueran los guardadores los que se encargaran del cuidado del bebé en sus primeros días de vida.

“Desde que nació la beba, la adolescente insistió en no tener vínculos con la criatura, verla, cargarla o amamantarla. Se respetó esa voluntad y se tomó esta determinación, y la familia guardadora salió del hospital con la beba recién nacida”, contó la Asesora de Menores.

La situación de los abusadores

Macarrein explicó que tanto el padrastro como la madre de la adolescente fueron parte de la situación de abuso y cautiverio de la joven. Si bien su madre no participaba activamente de los abusos, si era cómplice al permitir lo ocurrido y colaborar con el cautiverio, al punto de que la chica ya había pasado por una situación similar anterior y ya tiene una hija de dos años producto de las violaciones.

“Este señor está privado de libertad. Primero se le dictó una prohibición de acercamiento, porque sabíamos que la chica estaba en riesgo, ya que se había escapado de la casa. Posteriormente se avanzó con el proceso penal y su detención”, relató.

“La madre no está privada de libertad, pero sí seriamente comprometida por su participación en los hechos”, finalizó la Asesora de Menores de Paso de los Libres.

 

Fuente: Radio LT7

 

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