Una adolescente afgana podría llegar a perder las dos piernas como consecuencia de las continuas torturas sufridas a manos de su marido y de su suegro, según alertaron los médicos del hospital en el que está recibiendo tratamiento en el norte de Afganistán.
Laal Bibi, de 17 años de edad, está internada desde el miércoles en un hospital de la provincia de Faryab por las graves heridas que tienen en las dos piernas como consecuencia de las continuas torturas a las que le han sometido su marido y su suegro en los últimos seis meses. Los dos hombres le han quemado las piernas con agua hirviendo, con hierros calientes y mediante otros métodos, según los doctores.
“Mi marido y mi suegro me golpeaban y me pateaban con frecuencia. Lo peor de todo, me golpearon con un hierro caliente y me arrancaron las uñas”, relató la adolescente afgana. El padre de Laal Bibi, Faté Jan, dijo que desconocía lo que le estaba pasando a su hija hasta que pudo volver a verla. “Era completamente inconsciente de la situación hasta que me mostraron a mi hija, que tiene hemorragias internas y que ha pasado por las peores condiciones físicas y psicológicas posibles”, señaló.
Mariam, la madre de la víctima, recalcó que su hija no tiene ninguna culpa por lo sucedido. “Ella no tiene la culpa. Le pegaban cada día y la llevamos al hospital para salvarle la vida”, indicó, según informa la agencia de noticias afgana Jaama, que mostró una imagen en la que se pueden ver las piernas vendadas de la adolescente.
Los médicos explicaron que es probable que haya que amputarle las dos piernas a la adolescente por las heridas que ha sufrido tras las continuas palizas y torturas de su marido y su suegro. La directora de asuntos de la mujer de la provincia de Faryab, Maria Noori, precisó que las venas de Laal Bibi están gravemente dañadas por las quemaduras y las agresiones que sufrió y que el suegro de la adolescente fue arrestado.
“Hemos detenido a su suegro pero no hemos podido arrestar a su marido porque está en una zona bajo control de los talibán”, aseguró Karim Yorash, portavoz de la Policía de Faryab. La Comisión Independiente para los Derechos Humanos de Afganistán condenó las torturas a la adolescente y aseguró que los hechos son “horribles e traumáticos de todas las maneras”.
Según esta organización de defensa de los Derechos Humanos, los actos de violencia contra la mujer en Afganistán han aumentado en un 8 por ciento en los últimos siete meses, con 762 casos registrados.