Este sábado desde las 21 en el mítico Estadio Maracaná, Argentina buscará cortar una sequía de 28 años sin consagrarse campeón. Habrá más de 7 mil espectadores.

Se hizo larga la espera para la Argentina. En el medio pasaron cosas: alegrías, tristezas, frustraciones, reestructuraciones. Pero ahora llegó el momento de la revancha. Y el escenario para “dar el golpe”, como dijo Lionel Messi, es perfecto. Porque la gran final de la Copa América será ante el clásico sudamericano, Brasil, nada menos que en su propio territorio.

El encuentro se disputará a partir de las 21 horas en el Estadio Maracaná de Río de Janeiro y contará con el arbitraje del uruguayo Esteban Ostojich, quien será acompañado por su compatriota Andrés Cunha en el VAR. En tanto, la televisación del espectáculo estará a cargo de la TV Pública, TyC Sports y DirecTV Sports.

La definición por el título será con una presencia de hasta 7.200 espectadores, es decir, un 10% de la capacidad del estadio brasileño. De esos más de siete mil hinchas, se estima que unos 2000 serán argentinos, que deberán probar que son residentes en el país y con un PCR negativo de coronavirus para recibir las entradas gratuitas.

En caso de haber igualdad al término de los 90 minutos, se recurrirá a un tiempo suplementario de 30 minutos, situación que no se contempló en los cuartos de final y semifinales, mientras que, de persistir la igualdad, la final se definirá con disparos desde el punto penal.

La historia marca que esta será la cuarta vez que argentinos y brasileños definan la Copa América: en 1937 Argentina ganó de local, pero luego, en 2004 (Perú) y 2007 (Venezuela) fueron victorias de Brasil, ganador de 9 títulos, contra 14 de Argentina.

El equipo de Lionel Scaloni llega a esta instancia tras vencer en fase de grupos a Uruguay (1-0), Paraguay (1-0) y Bolivia (4-1) e igualar ante Chile (1-1), superando en cuartos de final a Ecuador (3-0) y a Colombia en semifinales, luego de un 1-1 y ganar la definición con tiros desde el punto penal con un brillante “Dibu” Martínez.

Fuente: Diario Época

Deja un comentario