Mauricio Kalinov es un empresario argentino que ha vivido 25 años en España, donde inventó el ataúd ecológico en el año 2004. Varios municipios argentinos ya lo implementan. El Covid-19 es una oportunidad de negocio ante la gran demanda. En Corrientes una empresa exequial ya los usa.

Tras mucho recorrido, Kalinov logró homologarlo en la Unión Europea y trabaja duramente en las modificaciones legislativas para su correcta implementación en el mercado mundial.

El ataúd fabricado por la empresa Restbox está hecho con materiales que porvienen en un 80% del reciclado del papel y cartón.Debido a su composición, no contamina las aguas subterráneas de los cementerios, por no tener ni ceras, ni metales, ni barnices y puede ser reutilizado por la tierra como nutrientes.En un contenedor standard entran 1200 unidades de ataúdes a razón de 300 unidades por Pallet.

 

 

Está comprobado y testeado que un ataúd de cartón necesita la mitad del gas y del tiempo para obtener las mismas cenizas que los ataúdes tradicionales en el caso de cremación del cadáver.

Puede ser montado en pocos minutos sin necesidad de utilizar herramientas especiales y no es necesario disponer de mano de obra calificada.

El ataúd de cartón que se entrega plegado/desarmado, para trasladar al difunto en ambulancia, desde el lugar de fallecimiento al lugar del entierro o cremación, puede ser utilizado en la ceremonia dentro de un ataúd convencional para su posterior entierro o cremación.

Una vez armado se pone dentro del ataúd que el cliente escoja (el de alquiler-tradicional) Las propias blondas del ataúd lo cubren lateralmente y sobre su base se pone la bolsa film en la que luego irá el cuerpo.

Un negocio sustentable

Restbox tiene una visión ecológica del negocio. “Por cada ataúd de madera tienen que talarse dos árboles. En Argentina se utilizan más de 300 mil ataúdes al año. Nuestra alternativa es mucho más económica y práctica, respeta a la ecología y no contamina el ambiente”, explica Faks. Los ataúdes de cartón tienen certificación de sustentabilidad y están fabricados con materiales que provienen en un 80% del reciclado del papel y cartón. Debido a su composición, no contaminan las aguas subterráneas de los cementerios, por no tener ni ceras, ni metales, ni barnices; y pueden ser reutilizados por la tierra como nutrientes.

Respecto al negocio, no existe la venta particular del producto. Los clientes son cocherías o crematorios. Faks cuenta que antes del Covid-19 “había mucha resistencia de los cocheros al uso del ataúd de cartón. Por un lado, la industria es muy tradicionalista, además, la ganancia para ellos es menor, por ser éste un producto infinitamente más económico que los de madera”, admite, antes de cerrar con una frase contundente: “Hoy los teléfonos no paran de sonar”.

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