Así lo dispuso el titular del Juzgado Civil, Comercial, Familia, Menores y de Paz, doctor Sergio Daniel Curatola y será por el término de un año. La madre y la abuela guardadora están citadas el 10 de julio para tomar conocimiento de lo decidido.

El niño de un año y nueve meses internado en mayo en el hospital de San Roque por ingesta de alcohol y que por disposición del Juez Civil, Comercial, Familia, Menores y de Paz, doctor Daniel Curatola continuaba en el hospital hasta concluir un estudio integral del caso, quedará por el término de un año al cuidado de su abuela materna quien tendrá que asistir y mantener al niño en su crianza, educación, alimentación, salud y cuidado.

El magistrado evaluó la totalidad de pruebas ordenadas para tener mayor detalle de la situación y decidió apartarlo del cuidado de su madre por tiempo determinado.

Los informes psicológicos realizados a la mamá revelaron un alto grado de inmadurez afectiva que obstaculizaba su capacidad de ejercer el rol parental de manera eficaz; y una tendencia a desarrollar hábitos adictivos además de posibles indicadores de alcoholismo. Esto llevó al doctor Curatola a tomar la decisión a efectos de salvaguardar el interés superior del niño.

El interés superior del niño es aquel en donde el menor encuentre un ámbito adecuado y conveniente en términos de crecimiento físico, intelectual y moral. Así lo impone la Convención sobre los Derechos del Niño (art. 3) máxime en la actualidad en que la nueva Constitución Nacional le ha otorgado jerarquía constitucional, superior a las leyes mismas.

En este sentido, el magistrado indicó en su fallo que “deviene como la solución más ajustada a las necesidades y al interés superior del niño, su permanencia bajo el cuidado y responsabilidad de su abuela materna, único familiar que demostró interés y preocupación y es quien además siempre ejerció de hecho el rol de cuidadora del niño”.

Los hechos

La causa se inició en mayo de este año por un llamado telefónico del comisario del lugar que informó sobre un bebé que había consumido fernet con cola y solicitó instrucciones para actuar al respecto.

Al tomar conocimiento, el juez decidió inmediatamente que el niño y la madre fueran internados en el hospital donde se le practicaron los controles médicos necesarios, de los que surgió que si bien no tenían lesiones, tenían olor a alcohol.

Dada la gravedad de los hechos el doctor Curatola solicitó exámenes médicos completos, informes psicológicos, informe socio ambiental y sondeo vecinal. Además libró oficio al COPNAF para poner en conocimiento la situación de vulnerabilidad en la que se encontraba el niño y su madre, a efectos de que brinden protección y apoyo integral.

Una vez recolectadas las pruebas, informes y testimoniales, a la madre, padre, abuela y tío, el magistrado dispuso que sea su abuela quien continué con la crianza. 

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