Nunca es tarde para seguir aprendiendo y estos abuelos son el claro ejemplo de ello.Tienen 84, 85, 87 y 91 años y finalizaron sus estudios primarios y anhelan continuar la secundaria.


Por diversas circunstancias de sus vidas, no pudieron estudiar. Hoy lo hicieron, desafiaron cualquier pronóstico y culminaron sus estudios en la localidad de Santa Ana. Una muestra de que querer es poder.

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