En ambos casos, malhechores irrumpieron en la casa que habitan las mujeres. En el primer atraco, golpearon a una de ellas en la cara mientras sustraían dinero. Y en el segundo robo, sufrieron amenazas con armas de fuego. Investigan a “un conocido” de las víctimas.
Dos mujeres, madre e hija, sufrieron dos robos de características violentas en el transcurso de una semana en la capital provincial. El primer caso fue conocido a partir del segundo episodio, ya que en aquella ocasión no habían realizado denuncia alguna. Ahora, debido a las serias amenazas con armas de fuego, una de ellas accedió a brindar detalles.
El miércoles, alrededor de las 23:15, cuatro hombres movilizados en un automóvil negro, de vidrios polarizados, irrumpieron de forma violenta en una vivienda cercana a la esquina de la avenida Presidente Arturo Frondizi y calle 547, en el barrio Fray José de la Quintana.
Un testigo notó desde la vía pública lo que sucedía e inmediatamente dio aviso a la fuerza de seguridad mediante un llamado al sistema de emergencias 911.
Al rato, acudió una patrulla de la comisaría seccional Decimotercera con efectivos que entrevistaron a una de las damnificadas. Los sospechosos ya se habían fugado. En ese encuentro, ella, en estado de mucho nerviosismo, manifestó que le robaron cerca de 100 mil pesos.
Sin embargo, un hombre que sería su pareja y llegó para socorrerla le habría recriminado, en presencia de los uniformados, “para qué llamaste a la Policía”. Tras ello, ingresaron al domicilio sin brindar mayor información.
Ayer, a partir de la gravedad del episodio que había trascendido, autoridades de la Decimotercera, como de la Dirección de Investigación Criminal, se abocaron de lleno a la pesquisa para dilucidar el hecho caratulado de oficio como “robo calificado en poblado y en banda”.
En este sentido, contactaron a la mujer, quien anteanoche habló en forma escueta. Tal persona accedió a brindar más datos en una declaración formal. Así fue que los policías supieron que una semana antes, en igual domicilio, se produjo un robo de similares características.
Para justificar la importante suma de dinero sustraída, la mujer dijo que ella y su madre vendieron hace poco tiempo una motocicleta y que, además, tenían ahorros producto de la comercialización de prendas de vestir.
Los efectivos hilvanaron una serie de datos hasta lograr, ayer, la identidad de un sospechoso. Sería nada menos que “un conocido” de las damnificadas, a quien los detectives comenzaron a buscar para que brindara explicaciones.
Respecto al último atraco, se supo que los cuatro autores portaban armas de fuego de puño. Tres de ellos ingresaron al domicilio de las mujeres, mientras que el restante habría oficiado de “campana” a unos pocos metros, junto al automóvil en el cual llegaron y usaron también para darse a la fuga.
Ayer a la madrugada, a unas siete cuadras del escenario del violento asalto a mano armada, el frente de una vivienda fue blanco de disparos con un arma de fuego.
Ese inmueble sería la casa de una joven vinculada sentimentalmente al hombre que figura como “sospechoso” en los recientes casos de robo. Por ello, una hipótesis apunta a que uno y otro caso “tendrían relación”.
Al respecto, una de las fuentes consultadas precisó que “todo es bastante confuso”.
Fuente: Diario época