El club de fútbol infantil San Cayetano, en barrio Bolatti, en Rosario, fue otra vez epicentro de un homicidio dentro de su perímetro. La primera vez fue Kevin Jara, el pibe de 20 años muerto de tres disparos el 9 de diciembre de 2018 en uno de los vestuarios.

La última víctima fue en estas horas Rafael Alejandro Carcerano, un muchacho de 24 años, quien quedó en medio de una balacera con contexto de narcocriminalidad mientras miraba un partido de chicos de 6 años en San Cayetano. Carcerano había llevado a su hermanito a probarse cuando una bala calibre 9 milímetros le perforó la espalda.

El rival era Pablo VI. Carcerano estaba sentado mirando el partido. Mientras esto sucedía, a espalda de la víctima un auto de color oscuro se detuvo frente a un domicilio, el acompañante abrió la puerta y con una pistola ametralladora llenó de plomo el frente de una de las viviendas.

La casa atacada es de la madre de un convicto preso en la cárcel de Piñero. El presidiario había tenido problemas intramuros y sabía que atacarían su vivienda. Entonces pidió a dos de sus soldaditos que se apostaran sobre el techo para esperar la tormenta.

Y así fue, luego de la descarga de la ametralladora, dos hombres que estaban sobre el techo repelieron la agresión con pistolas calibre 9 milímetros. Dispararon contra el auto negro en dirección a la canchita, en la que había al menos 50 personas entre padres y niños. Uno de esos disparos le perforó la espalda a Carcerano.

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