El cadáver estaba junto a la cocina de su vivienda y además de la herida de arma blanca presentaba algunas quemaduras en brazos, como también golpes en el rostro. El esposo manifestó que ella había quedado sola desde una hora cuando él salió para ir a trabajar.

La Policía investiga el asesinato de una mujer hallada en el interior de su vivienda de la capital provincial con un cuchillo incrustado en la cabeza, lesiones de golpes en el rostro y algunas quemaduras en los brazos.

Por el caso se inició la pesquisa a la búsqueda de dar con él o los presuntos autores. Mientras tanto fueron demorados un par de jóvenes, aunque ninguno de ellos, al menos en principio, tendría vinculación al hecho de sangre.

Ana María Alegre, de 63 años, murió como consecuencia de las diversas lesiones que sufrió en su domicilio del barrio Esperanza, en la zona Sur de la ciudad.

El sábado pocos minutos antes de las 8 efectivos de la comisaría seccional Decimocuarta, alertados a través del sistema de emergencias 911, acudieron hasta uno de los inmuebles del complejo 144 Viviendas.

Familiares de la víctima, quienes habitan una casa cercana, descubrieron el cuadro estremecedor.

De acuerdo a información conocida por diario época, el cadáver de Alegre estaba junto a la garrafa de la cocina de la que se percibía una evidente pérdida de gas.

Las autoridades tomaron los recaudos para impedir un incendio y ante el panorama que ya hacía presumir un posible asesinato resguardaron la escena, a la espera de los expertos en pericias, efectivos de la División Homicidios de la Dirección de Investigación Criminal como también la presencia de la fiscal de instrucción Graciela Fernández Contarde.

Luego de un arduo trabajo en todo el interior de la casa, con la recolección de huellas y muestras de sangre esparcida en distintos sectores, el cuerpo de la sexagenaria fue conducido al Instituto Médico Forense.

La autopsia reveló los detalles de una muerte violenta. Sumado a los golpes, la mujer presentaba un puntazo en la parte superior de la cabeza, ocasionado con un cuchillo de tamaño mediano. Esa arma blanca causó un corte en el cuero cabelludo y la perforación del hueso del cráneo.

Alegre vivía junto a su esposo. Ese hombre dijo en una declaración informal haber salido de la casa. Lo hizo alrededor de una hora antes para ir a su trabajo a un vivero situado en inmediaciones a la avenida Maipú.

Los detectives estuvieron tanto el sábado como domingo a la búsqueda de testimonios de vecinos como de personas del entorno de la mujer fallecida.

El grupo de sabuesos tendrían “una pista” bastante alejada a la hipótesis de una agresión en ocasión de posible robo. En ella trabajaban a la espera de resolver el caso que sacudió a esa barriada capitalina.

Fuente: Diario época

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