Se trata del vuelo que llegó el sábado pasado desde Miami. La documentación entregada a las autoridades omitía que la víctima había fallecido por Covid-19.
Un cadáver embalsamado arribó el sábado pasado en la bodega de un avión de Aerolíneas Argentinas. Era el vuelo organizado por la Cancillería para repatriar compatriotas que habían quedado varados en Estados Unidos en medio de la pandemia, publica Infobae. Sin embargo, ese cadáver -guardado en un féretro herméticamicamente sellado- no debió haber llegado nunca al país: era el cadáver de un empresario de 91 años que había muerto por COVID-19.
La principal sospecha es que se buscó ocultar intencionalmente ese dato para que se concretara, sin problemas, el ingreso al país.
Se trata del cuerpo de Elías Masri, de 91 años, abogado de la Universidad Nacional del Litoral, que decidió dedicarse a los bienes raíces. Creó su empresa en los años ’50 en la Argentina pero la hiperinflación generada en los últimos años del gobierno radical terminó por complicar los negocios. En 1988, Masri se fue a vivir a los Estados Unidos, donde construyó su emporio Falcon Properties, Inc.
El 7 de abril, sin embargo, el empresario falleció en su casa de Manhattan, en un piso de la calle 47 y la Quinta Avenida. Había sido víctima del coronavirus.
El 9 de abril la familia del empresario intentó traer el cuerpo a la Argentina. Pero no pudo porque la certificación médica decíaque la causa de muerte era específicamente COVID 19.
Pero el sábado por la noche un vuelo de Aerolíneas Argentinas llegó al país, desde Miami, con 243 argentinos que habían quedado varados en Estados Unidos por la pandemia y conseguían así ser repatriados, en un traslado organizado por la Cancillería. En la bodega del avión también viajaba el féretro de Masri, herméticamente sellado, cuestión por la cual desde Salud descartan cualquier posible propagación del virus. Sin embargo, investigan la irregularidad de la llegada porque ningún féretro con registro de un virus podría haber ingresado al país.
Fuente: Telefe