Fue demorado en el marco de la investigación por el crimen de Yardín Gómez, ocurrido en Paso de los Libres. La víctima sufrió un piedrazo en la cabeza que habría sido lanzado con una gomera y falleció luego de estar algunos días hospitalizado por el traumatismo.

Yar­dín Gó­mez, de 14 años, mu­rió lue­go de ha­ber lle­ga­do al hos­pi­tal de Pa­so de los Li­bres, don­de tu­vo que ser alo­ja­do por un trau­ma­tis­mo en la ca­be­za. La le­sión fue pro­vo­ca­da por un pie­dra­zo lan­za­do apa­ren­te­men­te con una go­me­ra. Es­to ocu­rrió cuan­do el jo­ven­ci­to se en­con­tra­ba en la ca­lle el do­min­go an­te­pa­sa­do. Por el ca­so hu­bo dos de­mo­ra­dos, y de a po­co se van co­no­cien­do ma­yo­res de­ta­lles so­bre la ca­de­na de he­chos que ter­mi­na­ron en tra­ge­dia.

Los dos sos­pe­cho­sos del ho­mi­ci­dio tam­bién son me­no­res, uno de 14 años y otro de 16, quie­nes fue­ron iden­ti­fi­ca­dos por los agen­tes po­li­cia­les tras un ar­duo re­le­va­mien­to de tes­ti­mo­nios del he­cho.

Por las con­di­cio­nes le­ga­les de ca­da uno, só­lo el más gran­de pres­tó de­cla­ra­ción, re­ve­ló el co­le­ga de la lo­ca­li­dad Ig­na­cio Vi­lla­nue­va, quien acla­ró que nin­gu­no de los dos fue de­te­ni­do y que con­ti­núa la pes­qui­sa.

Fuen­tes ex­tra­o­fi­cia­les sos­tu­vie­ron que el ado­les­cen­te ha­bría se­ña­la­do al me­nor de 14 años co­mo el au­tor del pie­dra­zo mor­tal, que se pro­du­jo cuan­do Yar­dín cir­cu­la­ba en mo­to­ci­cle­ta. Apa­ren­te­men­te los dos se co­no­cí­an y ha­bría ren­ci­llas de vie­ja da­ta.

El he­cho

To­do ocu­rrió el do­min­go 13, en in­me­dia­cio­nes a la Ter­mi­nal de Ómni­bus, cer­ca de un lo­cal bai­la­ble.

Lo se­ña­la­do a épo­ca por las au­to­ri­da­des die­ron cuen­ta que al­re­de­dor de las 6, el mu­cha­cho se en­con­tra­ba a bor­do de su mo­to y es­ta­ba sien­do acom­pa­ña­do por un ami­go, quien con­du­cía igual ve­hí­cu­lo.

Pri­me­ra­men­te los ha­brí­an ata­ca­do con una bo­te­lla que no lle­gó a im­pac­tar en los mo­to­ci­clis­tas, y lue­go fue el pie­dra­zo, que si bien gol­peó a Yar­dín en la ca­be­za, es­te pu­do con­ti­nuar an­dan­do. Al lle­gar a su ca­sa, di­jo a su fa­mi­lia que se sen­tía mal has­ta que su es­ta­do em­pe­o­ró de tal for­ma que de­bió ser lle­va­do al hos­pi­tal de Pa­so de los Li­bres. Pri­me­ra­men­te ca­yó en un es­ta­do de muer­te ce­re­bral y lue­go de­jó de exis­tir a los tres dí­as de alo­ja­mien­to hos­pi­ta­la­rio.

El he­cho es­tá sien­do in­ves­ti­ga­do co­mo ho­mi­ci­dio sim­ple. Al res­pec­to, el me­nor de 14 años es inim­pu­ta­ble, va­le acla­rar.

Por úl­ti­mo, fuen­tes cer­ca­nas a épo­ca de­ta­lla­ron que alle­ga­dos a Yar­dín tie­nen an­te­ce­den­tes pe­na­les pe­ro no obs­tan­te has­ta aho­ra no se pu­do es­ta­ble­cer si ello tu­vo que ver con el ata­que.

Fuente: Diario época

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