La Arquidiócesis Primada de México sostuvo que es responsabilidad de cada fiel, ayudar a financiar el trabajo de la institución
La Arquidiócesis Primada de México pidió a sus fieles cooperar con al menos un día de salario para el sostenimiento del trabajo eclesiástico. A través de su semanario Desde la Fe, la Iglesia sostuvo que es responsabilidad de cada fiel, ayudar con el trabajo de la institución, pues gracias a la colaboración ordinaria o especial, es posible llevar adelante obras de apostolado, iniciativas de caridad, promoción vocacional, sostenimiento de sacerdotes en activo y atender a los sacerdotes retirados que durante su juventud dedicaron su vida a la Arquidiócesis.
Aunque el Diezmo equivale a la décima parte de los ingresos, la Arquidiócesis ha dicho que, sus seguidores podrían donar al menos un día del salario que se percibe, o un día de las ganancias obtenidas en el comercio o en la empresa. La Iglesia aseguró que “el diezmo constituye una oportunidad especial de manifestar la gratitud y el amor a la iglesia, de quien tanto bien se recibe en obras sociales y de apostolado”.
La Campaña del Diezmo empezó el pasado fin de semana; según dijo la institución, espera que “con la calidez y generosidad de la aportación”, se pueda seguir adelante “en la misión de toda la Iglesia”.
¿Qué ocurre con los católicos en México?
De acuerdo con la propia iglesia católica, cada vez es más complicado establecer un porcentaje de la población nacional que profese la religión. En agosto del año pasado, el presidente del Episcopado Mexicano, Rogelio Cabrera López, aseguró que cada vez es son más difusas las características que define a un feligrés. A ello se suma el hecho de que, desde la década de 1970, el porcentaje de la población que profesa la religión ha ido disminuyendo considerablemente.
Hace quince años, el porcentaje de población identificado como católico era 88%. Pero en el último censo de población del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) del 2010, ese porcentaje disminuyó a 82.9 por ciento.
En dicho censo, el número de mexicanos que se declaró católicos cayó considerablemente; en contraste, aumentó el número de seguidores de otras religiones y el ateísmo. En total, 8.3 millones de mexicanos aseguraron en ese año que eran parte de algún grupo protestante o evangélico; 2.5 millones de algún otro grupo y 1.5 millones que se declararon Testigos de Jehová. En cuanto al número de ateos, aumentó a 4.6 por ciento.
De acuerdo con la Arquidiócesis, el censo es escueto e insuficiente, pues no explica el fénomeno social que ocurre en el país, donde aunque el 90% sea católico, “no significa participación, adhesión y pertenencia, pues hay muchos modos de ser católico o de pertenecer o de vivir la fe católica”.
Rogelio Cabrera López, obispo mexicano, explicó en 2019 que una forma importante de medir la adhesión a la Iglesia es la participación de los fieles en misa, y en este sentido, México estaría en el 17% de asistencia de la población total que se declara católica, lo cual contrasta con Polonia, un país muy católico en donde más de la mitad de quienes se dicen católicos, acuden a la celebración eucarística.
En el país, 14 estados de la República tienen una población con más del 90% de sus habitantes católicos: Guanajuato, Aguascalientes, Jalisco, Querétaro, Zacatecas, Michoacán, Tlaxcala, Colima, San Luis Potosí, Nayarit, Puebla, Estado de México e Hidalgo. No obstante, el mayor número se concentra en los estados del centro-occidente.
fuente:infobae