Bajo el eslogan “ganar es para capitalistas”, la compañía de juguetes Hasbro lanzó una versión socialista del popular juego “Monopoly”. La iniciativa generó polémica en las redes sociales ya que a diferencia del tradicional juego no existe un único ganador; ganan o pierden todos los jugadores.
El Monopoly clásico consiste en recorrer un tablero de propiedades donde los jugadores tienen la posibilidad de adquirirlas para alquilar y edificar en las mismas. En esta parodia socialista lanzada por Hasbro se invita a prepararse “para las risas mientras los giros y vueltas de la vida obstaculizan el trabajo hacia una sociedad compartida y utópica”.
En esta nueva versión los jugadores recorren el tablero trabajando juntos para hacer una mejor comunidad al administrar proyectos como una escuela, un museo y hasta un restaurante vegano. Pese a fomentar el trabajo en equipo, el mismo tablero del Monopoly advierte: “Nadie dijo que la cooperación es fácil”.
En la versión original del juego, a la que se le criticaba el fomento de la ideología capitalista entre los niños, cada vez que un jugador daba la vuelta completa al tablero, recibía por parte del banco $200. En esta ocasión, esa remuneración es reemplazada por $50 bajo el concepto “salario digno”.
También se cambiaron las tradicionales fichas de ferrocarriles y cruceros por objetos antiguos como una maquina de escribir, un reloj de bolsillo, un teléfono, un fonógrafo y una televisión de tubo.
Los participantes tendrán una serie de opciones para elegir entre contribuir a un fondo común de inversión o agotarlo sin restricciones. El objetivo que se fomenta es que cada jugador deje de lado sus ambiciones personales a cambio del bien colectivo “a menos que puedan robar proyectos para avanzar”, indica la caja del juego de mesa.
Nick Kapur, un profesor asistente de historia en la Universidad de Rutgers en Estados Unidos, salió al cruce del juego. En su cuenta de Twitter criticó los enfoques relacionados a la asistencia sanitaria universal, el ambientalismo y la democracia que parodia Hasbro en esta versión del Monopoly.
“No hace falta decir que este juego no tiene ningún interés en tratar de entender qué es realmente el socialismo y cómo podría funcionar”, escribió en Twitter. La publicación rápidamente se viralizó, en su mayoría con nuevos posteos criticando al modelo económico.
En una serie de tuits, Kapur cuestionó también que se considere al socialismo como una ideología “anticuada” y que se lo vincule al veganismo: “Lo que tienen en común es que son cosas odiosas que son divertidas para burlarse”, sostuvo.
Sobre el tratamiento de la democracia que hace el juego, el profesor de historia se preguntó: “¿Quizás porque la votación crea incertidumbre en el mercado para los grandes bancos y los capitalistas monopolistas desde cuya perspectiva aparentemente se diseñó este juego?”.
“No puedo entender quién es el público objetivo de este juego. Sería como si otros juegos temáticos del ‘Monopoly’ intentaran burlarse del tema, como si Dog Monopoly se burlara de perros y dueños de perros, o si el Monopolio de Star Wars se burlara de los fanáticos de Star Wars por ser nerds”, concluyó.
fuente:infobae