En las localidades santafesinas de Armstrong y Las Rosas, se registró el colmo de las fiestas clandestinas. En la primera, unos cien jóvenes -y no tan jóvenes también- se reunieron en un campo a 20 metros del cementerio local. Y en la segunda, no tuvieron mejor idea que juntarse a festejar en una fábrica de ataúdes. No conformes con ello, luego subieron las fotos a las redes sociales.

“Las imágenes se viralizaron. Son chicos conocidos del pueblo, todos estudian y trabajan, ellos mismos deben estar arrepentidos de lo que hicieron”, comentó un cronista local.

D’Abarno comentó que “no detuvieron a personas; solo desactivaron la fiesta”.

Por otra parte, Hernán Corradini, periodista de Armstrong, contó en El Tres que “en la madrugada del domingo, la Policía a través de un llamado al 911 se llegó hasta un predio al costado de la vieja ruta 178, entre la ruta 9 y la autopista a Córdoba, a unos 20 o 30 metros del cementerio”.

“Ahí detectó a unas 100 personas, la mayoría jóvenes pero también había otras personas no tan jóvenes, que estaban reunidas allí en una fiesta clandestina”, agregó.

El cronista remarcó que “no había gente de Armstrong solamente; muchos subieron a sus autos cuando llegó la Policía y se fueron hacia diferentes lugares”.

“Según el comisario, fueron al lugar solamente a desactivar la fiesta, no quisieron generar un riesgo mayor. No hubo detenidos”, finalizó.

Fuente: rosario3.com

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