Adelma Méndez decidió finalizar su carrera para poder ayudar a sus nietos con la tarea.
Es madre de siete hijos y tiene 25 nietos y 18 bisnietos, decidió completar sus estudios primarios para ayudar a sus nietos que van a la escuela Osvaldo Pos.
La historia de Adelma Méndez indica que nunca es tarde para volver a estudiar. A sus 80 años, se convirtió en la alumna más longeva del aula satelital del Núcleo 10 que funciona en la parroquia San Camilo del barrio 20 de Febrero de la ciudad de Orán, en la provincia de Salta con el fin de incorporar nuevos conocimientos.
“Este es un círculo que no pude cerrar en mi vida”, comentó orgullosa de su logro. “En mis tiempos de escuela en el Chaco salteño, lo normal era llegar hasta quinto grado. Yo apenas pude llegar ahí”, dijo.
Madre de un héroe de Malvinas
Adelma tuvo una vida muy difícil, tuvo 7 hijos y uno de ellos murió muy pequeño por una enfermedad.
Jorge Luis Sisterna, el mayor de los hijos, murió a los 20 años en combate en la guerra de Malvinas el 6 de junio de 1982 siendo cabo segundo de la compañía de Ingenieros Anfibios.
“Hace dos años, pudieron identificar sus restos. Recién después de 35 años pude elaborar el duelo de haberlo perdido”, explica con los ojos llenos de lágrimas.
Adelma siempre desfiló en las fechas patrias junto a los veteranos y familiares de caídos en Malvinas, pero este año, especialmente, lo hizo como abanderada, por tener el mejor promedio de la escuela satelital.
“Cuando uno quiere, puede”
Ama de casa, viuda desde hace 10 años, ayuda en la crianza de sus nietos Fernando de 13 y Thiago de 10 años. Pero a la hora de hacer las tareas escolares a ella se le dificultaba ayudarlos porque apenas sabía leer y escribir. Invitada por la docente Mirta Cáceres, decidió a principios de este año comenzar la escuela primaria; “quería incentivar a mis nietos”, dice.
Y gracias al apoyo de sus hijos ella asiste todos los días a la iglesia San Camilo donde recibe clases de 19 a 22, no solo es la persona más grande del aula sino que además tiene el mejor promedio.
Ella aprovecha la siesta para estudiar y hacer las tareas “me resulta fácil matemática, pero me costó lengua y las reglas ortográficas”, reconoce.
Mis hijos me llaman por teléfono y me dicen “mamá como andás en la escuela?, ellos están muy orgullosos también”, dice entre risas. Y remarca que disfruta mucho de los recreos de sus compañeros. “Tenemos un grupo muy unido, chalamos, tomamos mate, muchos cargan historias muy duras sobre sus hombros”, relata.
La semana pasada recibió un reconocimiento del Concejo Deliberante de Orán por tener el promedio más alto del aula satelital núcleo 10.
El edil Gonzalo Díaz, presidente de la Comisión de Educación y Cultura expresó durante el acto que “es un honor realizar un reconocimiento al esfuerzo, que es un ejemplo para todos los oranenses”.
Sin dudas, con 80 años se convirtió no solo en un ejemplo para su familia sino para todos aquellos que creen que ya es tarde para empezar.