Diego Armando Maradona fue internado en el 2004 en la clínica neuropsiquiátrica Del Parque, en Ituzaingó, con el propósito de comenzar allí un tratamiento por su adicción a las drogas, además de controlar su trastorno más urgente: la excitación psicomotriz que le genera el síndrome de abstinencia.

En ese entonces, Diego fue asistido por un equipo de profesionales de la salud que eran dirigidos por su médico personal, Alfredo Cahe. El ex futbolista sufría una insuficiencia respiratoria- y le hacían electro todos los días para controlar su corazón, según contó el enfermero Eduardo Arellano, en diálogo con C5N.

“Teníamos un bunker al lado de la habitación y había una ambulancia afuera por si pasaba algo”, detalló el enfermero. “Todo era coordinado con Cahe”, agregó.

Tras el fallecimiento de Maradona varias dudas se forjaron sobre su muerte y el accionar de las personas que debían cuidarlo durante su recuperación en la casa de Tigre. Con los días, los fiscales fueron percibiendo lo que ocurría dentro de la casa. Durante horas y horas el astro del fútbol no aceptaba ni que ingresen a su habitación, ni que lo tocaran ni que le hicieran ningún control.

En ese sentido, Arellano reveló que en la época que asistió a Maradona también tuvo inconvenientes porque pero buscaron la manera de hacer que termine bien el tratamiento. “Diego es una persona con un carácter muy fuerte y más que estaba en contra de su voluntad. Él no aceptaba estar ahí, todos los días se quería ir y vos le querías hacer un control y se enojaba”, señaló el enfermero.

Cuando Diego fue internado en el 2004 no dio su consentimiento para el tratamiento, por lo cual la justicia nombró a un curador después de que la clínica Del Parque informó en un juzgado de Morón su situación y la decisión de sus familiares de internarlo ahí.

“Estábamos en la habitación de al lado con toda la aparatología y él no sabía que nos tenía al lado, pero estabamos las 24 horas con todo lo necesario para atenderlo”, contó Arellano. “Hicimos lo posible para que terminara el tratamiento y salió bien”.

En cuanto al seguimiento de los pacientes y las dudas sobre el accionar de los enfermeros que asistieron a Diego días antes de su muerte, Arellano explicó que: “Nosotros hacemos procedimientos diarios y ahí se detalla todo lo que pasa, tenemos que anotar, si el paciente se niega a tomar la medicación, si come, si dormía mucho. Son todos datos que sirven al seguimiento del paciente y quedan en la historia clínica”, aseguró.

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