Siete ejemplares de muitú fueron liberados en Iberá y representan la vuelta de la especie a Corrientes. El proyecto es parte de un programa que busca recuperar especies extintas localmente y fomentar el turismo de naturaleza.

El muitú es una especie de ave que se había extinguido en la provincia de Corrientes. Ayer martes, después de 40 años desde el último avistamiento de un ejemplar en territorio correntino, el ave volvió a la provincia con siete ejemplares liberados al norte de la Reserva Natural Iberá, como parte del proyecto para su reintroducción que lleva adelante la fundación Rewilding Argentina (ex CLT Argentina).

Las aves, provenientes de Brasil, habían permanecido en una cuarentena internacional para comprobar su buen estado de salud y fueron luego trasladadas a un jaulón de pre-suelta en el lugar de liberación, donde atravesaron un período de adaptación de 2 meses antes de ser liberados. El aviario, de 100 metros cuadrados y 12 metros de altura, fue diseñado especialmente para esta especie, y construido en el interior de un gran parche de bosque nativo.

Ya en libertad, las aves deberán adaptarse progresivamente y encontrar su propio alimento, como frutos, brotes y semillas, mientras continúan recibiendo una dieta suplementaria hasta que puedan ser completamente independientes. Todos ellos poseen un transmisor que permite monitorearlos para conocer sus movimientos y su estado general.

El muitú

El muitú (Crax fasciolata) es un ave de gran porte que forma parte de la familia de los crácidos, una de las más amenazadas en el Neotrópico, una región que abarca América Central, América del Sur y parte de México. En Argentina, se encuentra en peligro de extinción debido a que desapareció la mayor parte de su distribución histórica, y quedó restringida a las selvas en galería al este de Formosa y bosques aislados de Chaco.

Sin embargo, los últimos registros de la especie en Corrientes datan de 40 años atrás en cercanías de la localidad de Ituzaingó, al norte de la provincia. Es probable que la cacería y la pérdida de hábitat hayan causado su extinción en la región.

Este ave, junto al guacamayo rojo, cumple un rol ecológico clave como dispersor de semillas que otras especies no llegan a consumir. Es por ello que su reintroducción en el ecosistema permitirá recuperar su función como regenerador de bosques, y al mismo tiempo será un nuevo atractivo turístico a partir del avistamiento de fauna silvestre al norte de los Esteros del Iberá.

Fuente: Diario 21

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