Tiene máxima pureza, pero se vende a menos de la mitad del valor habitual. Por eso se consume también en sectores medios y bajos. Alertan por su expendio en escuelas y locales nocturnos
El decomiso se produjo en un operativo policial realizado en un chalet de la zona sur del Conurbano bonaerense. En la previa, una llamada anónima alertó sobre la presencia en boliches, colegios y espacios públicos de una droga vendida con el nombre de “Cobra Negra”, a muy bajo costo y poderosa.
Se sabe que se trata de cocaína de máxima pureza que llegó desde Bolivia, a menos de la mitad del valor habitual por kilogramo. Una hipótesis es que los carteles del país vecino intentan copar el mercado para financiarse en medio del estallido político y social.
“Ya veníamos teniendo información sobre el acceso a este producto comercializado como Cobra Negra, adquirida por parte de personas de recursos medios o bajos. Incluso hay alertas en boliches, escuelas y plazas de Berazategui, Quilmes, Florencio Varela y también La Plata. Pedimos informes a departamentos judiciales vecinos, pero aún no tienen registros. No significa que la droga no esté allí también. Es muy barata y el nivel de pureza es máximo”, contó un fiscal de instrucción a DIARIO POPULAR. Y explicó que el expediente ya pasó al fuero federal.
El costo de un kilogramo de cocaína producida en Bolivia tiene un valor promedio de 50.000 pesos en Argentina. En Europa esa misma cantidad y sustancia se comercializa por unos 40.000 euros (lo que explica los infinitos métodos del narcotráfico latinoamericano para llevar la sustancia al otro lado del océano). Pero lo cierto que la llamada “Cobra Negra” está llegando a 20.000 pesos el kilo, entonces las dosis redujeron el precio final al consumidor, emparejando el costo de dosis de 15% de pureza de otros orígenes, colombianos o peruanos.
“El ruido en la calle fue inmediato. Cocaína de pureza máxima, a la que sólo tienen acceso consumidores de mucho poder adquisitivo. Ahora la compran adictos de recursos medios y bajos. Estamos ante un problema grave. Y nuevo. Lo que pudimos averiguar es que un cartel boliviano intenta aprovechar la crisis del país para expandir sus negocios, entonces reduce el precio radicalmente para eliminar competidores. Posicionarse de una forma agresiva. Es que la mirada de los controles de las fuerzas de seguridad están colocadas en contener el problema interno tras el golpe de estado”, dijo el fiscal.
Para el especialista Claudio Izaguirre, de la Asociación Antidrogas de la República Argentina (AARA), “esto de la cocaína negra se ha visto en varias oportunidades en la historia del narcotráfico internacional, y se debe decir que se trata de cocaína teñida que posee máxima pureza, pero el detalle es que en muchos casos la DEA (agencia norteamericana para el control de sustancias) está detrás de estas estrategias, para saber qué camino hace la sustancia y así poder destruir al grupo de comercialización, que por diversas razones no puede ser identificado en su totalidad”.
“La lógica de estos movimientos obedece a la mejor calidad de la sustancia, con mejor precio, y la seguridad de que no está cortada. Entonces se van visualizando los varios caminos que realiza la droga en la cadena de comercialización. La cocaína es de un color diferente sólo por una cuestión de marketing. Pero está claro que es de muchísima mayor potencia que aquella que el cliente promedio está acostumbrado”, dijo Izaguirre.
Finalmente, el experto de AARA explicó: “Ya sea de un cartel boliviano o que venga en el marco de una estrategia de la DEA, lo que se termina descubriendo es la ruta de la sustancia en detalle. Siempre se trata de diferentes células que se van entrelazando. Por eso es importante el trabajo que se hace desde la policía y el abordaje de los fiscales de instrucción, que luego pasan esos hallazgos a la justicia federal”.