Si tenes poco tiempo, te lo resumimos:

    • El Primer Comando Capital y el Comando Vermelho ganan territorios en Paraguay. .
    • No sólo se dedican al tráfico y venta de estupefacientes; también concretan tremendos golpes delictivos con armas de guerra y explosivos.
    • Un reciente robo a un banco en el centro de Paraguay fue considerado como “el bautismo” del brazo armado del PCC en el vecino país.
    • En Corrientes y en Misiones aparecen, desde hace un tiempo, “lobos solitarios”, ligados a ambas narcobandas criminales.
    • El ministro del Interior de Paraguay consideró que la policía de su país no está en condiciones de enfrentar a estas organizaciones internacionales. 

El Ministerio de Seguridad de la Nación puso en alerta a las fuerzas federales en el Noreste argentino, en las fronteras con Paraguay y Brasil, luego de que el pasado domingo a la madrugada el Primer Comando Capital (PCC) concretara un golpe con más de 50 personas que usaron explosivos y francotiradores para asaltar un banco en Liberación, ubicado a 200 kilómetros de Asunción y a 380 del límite con Misiones, donde los asaltantes de este grupo narcocriminal volaron con dinamita una sucursal, mataron a un joven de 18 años, hirieron a un jubilado y se llevaron aproximadamente 1500 millones de guaraníes, unos 240.000 dólares.

El gobierno argentino sigue de cerca los movimientos de este grupo criminal originario de San Pablo que desde hace por lo menos cinco años tiene una base operativa en Pedro Juan Caballero, al norte de Paraguay, desde donde domina el tráfico de drogas ilícitas y de armas. Se sospecha que esa ciudad en la frontera con Brasil era el destino del poderoso arsenal secuestrado en la Argentina hace tres semanas, valuado en unos 200 millones de dólares. Por ese caso, que significó el mayor decomiso de armas del país, hay 23 personas imputadas por tráfico ilegal de armas.

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, confirmó que a modo preventivo “se reforzaron los controles en el Noreste argentino, donde se ordenaron patrullajes y mayores controles, sobre todo en pasos fronterizos que están más alejados de los habilitados”.

Bullrich dijo que están “en contacto permanente con las autoridades paraguayas dada la gravedad de la situación. Fue un golpe muy fuerte, en el que intervinieron más de 50 personas con armas y explosivos muy poderosos”.

Desde junio pasado comenzó a funcionar cerca de Posadas una task force contra el crimen organizado internacional y el narcotráfico que cubre esa zona del Noreste argentino, donde del otro lado de la frontera con Paraguay operan el PCC y el carioca Comando Vermelho. Un grupo de efectivos de la policía de Misiones y de fuerzas federales fueron capacitados por analistas de inteligencia de la DEA para seguir de cerca los movimientos de estas bandas criminales en esa región. Fuentes del Ministerio de Seguridad señalaron que ese grupo de análisis se instaló en Posadas y no en la Triple Frontera, donde ya hay una estructura de trabajo en inteligencia criminal.

El ministro del Interior de Paraguay, Juan Villamayor, sostuvo que el ataque “podría tratarse de un mensaje”. El funcionario dijo que, de acuerdo a los reportes de inteligencia, el golpe podría ser un “bautismo” de miembros paraguayos de PCC.

El funcionario consideró que la policía paraguaya no está en condiciones de hacer frente a la lucha contra estas organizaciones criminales internacionales. En la zona del centro del país, donde se produjo el ataque operan PCC y el Comando Vermelho, pero también el grupo guerrillero Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), que mantiene a cuatro personas secuestradas desde 2014 y que en las últimas horas, según se presume, cometió un ataque contra un fundo agropecuario.

Desde hace unos días, el gobierno del presidente Mario Abdo comenzó a insinuar de que las fuerzas armadas deben hacer frente a la lucha contra estos grupos narcocriminales.

Aunque por ahora no se detectaron en la Argentina células activas del PCC ni del Comando Vermelho, el gobierno argentino incrementó las alertas porque desde hace tres años se identificaron movimientos en el Noreste del país de miembros de estos grupos que usan territorio nacional para esconderse luego de dar un golpe en Paraguay o Brasil.

En Corrientes y en Misiones, provincias fronterizas con Paraguay y Brasil, aparecen desde hace un tiempo lo que los investigadores llaman “lobos solitarios”, ligados al PCC y al Comando Vermelho.

Las rutas por las que se mueven son la 12, que va desde Corrientes a Puerto Iguazú; la 11, que llega hasta el límite con Paraguay, y la 86, que llega bordeando el límite con Paraguay hasta el norte argentino. Por allí, según las fuentes, se traslada cocaína que tiene como destino Brasil.

Un antecedente: el gran golpe en Ciudad del Este

El golpe del domingo pasado a la sede de Visión Banco, en la localidad de Liberación, fue similar al de la bóveda de Prosegur en Ciudad del Este en abril de 2017, cuando un grupo de PCC asestó uno de los asaltos más grandes de la historia de Paraguay, con francotiradores, explosiones en distintos puntos de la ciudad y detonaciones de autos para provocar un descontrol y evitar ser atrapados.

El correntino Néstor Palma Bustamante, quien tiene ciudadanía paraguaya, está detenido actualmente en Paraguay desde agosto de 2017, acusado de ser uno de los financistas del golpe de PCC en Ciudad del Este, donde la organización robó más 11.000.000 de dólares tras provocar una intensa conmoción en esa localidad de la Triple Frontera, donde usaron francotiradores y explosivos plásticos y cortaron los accesos con miguelitos para generar una sensación de caos para evitar que las fuerzas de seguridad los pudieran perseguir.

Palma Bustamante fue detenido en Ituzaingó, Corrientes, tras retornar de Buenos Aires, donde se había escondido luego de que la policía guaraní informara a su par argentino que este hombre de PCC se encontraba prófugo en la capital argentina.

En agosto de 2018 se encendió otra alerta en Misiones. El grupo Bala Na Cara, aliado a PCC, intentó copar la cárcel misionera de Oberá para rescatar a Vanderlei Vando Lopes y a su hermano Rudinei, detenidos el 29 de diciembre pasado en el paraje El Soberbio, fronterizo con Brasil, con un arsenal de fusiles FAL, municiones de alto calibre y explosivos plásticos.

Carlos Eduardo Reinicke es uno de los integrantes del grupo que intentó rescatar a los hermanos Lopes. Este brasileño, de 36 años, nacido en Vera Cruz, estado de Rio Grande do Sul, fue detenido una semana después durante un operativo cerrojo del que participaron más de 500 efectivos misioneros. Sus tres cómplices en el fallido asalto a la cárcel permanecen prófugos.

 

Fuente: La Nación

Texto: Germán de los Santos

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