La ley se impuso en 1957 con el objetivo de limitar el consumo de los azúcares.
En Suecia cualquiera puede comer golosinas, pero de manera restrictiva. Una ley impuesta en 1957 supone límites para quienes quieren degustar dulces. Los habitantes solo podrán comprar golosinas o chocolate los días sábados.
La medida tiene como objetivo la reducción del consumo de azúcar, sobre todo, en los niños más pequeños. No es casual que esta ley exista en Suecia, pues el país nórdico es uno de los que más consume azúcares de este tipo.
De hecho, a principios del siglo XX, las golosinas provocaron un gran problema de salud, específicamente en los jóvenes. En aquel momento, más del 80 % de las personas tenían caries en el país.
La medida se llevó a cabo debido a que el país nórdico era uno de los que más consumía azúcares a principios del siglo XX. En aquel momento, más del 80% de las personas tenían caries.
Si bien no existían evidencias científicas que comprobaran que el consumo de golosinas era el responsable, la Junta Nacional de Salud se reunió y tomó medidas urgentes para prevenir estos problemas dentales. Así nació esta llamativa ley, que no está escrita pero que se respecta de manera rigurosa.
“En Suecia, se convirtió en una tradición para los niños comer dulces en casa el sábado por la noche mientras escuchaban un popular programa de radio. La recomendación ‘todos los dulces que quieras pero sólo una vez a la semana’ también se extendió a otros países”, explicó, en 2001, Bo Krasse, uno de los médicos que llevó a cabo el estudio correspondiente para concientizar acerca del consumo de golosinas.